Escucha la nota aquí: Las misteriosas obras circulares que siguen siendo un rompecabezas para los arqueólogos
Fuente: https://espanol.radio.cz
El origen de las fosas circulares situadas en Europa Central data más allá de la aparición de las pirámides egipcias, pero los científicos aún no tienen clara su función.
En el siglo XIX, los arqueólogos checos se llevaron una sorpresa al descubrir los restos de unas formaciones circulares rodeadas de zanjas. Las huellas de estas obras de tierra fueron descubiertas en toda Europa Central. Las investigaciones mostraron que las primeras fosas circulares datan del periodo del Neolítico. Su antigüedad se determina conforme a los hallazgos en sus zanjas, como fragmentos de cerámica, huesos y herramientas de piedra. La datación por radiocarbono de desechos orgánicos, especialmente huesos de animales, ha mostrado que los círculos se formaron en el periodo entre los años 4900 y 4600 a. C. Por tanto, son más antiguas que las pirámides en Egipto y las famosas estructuras circulares en las islas de Gran Bretaña, explica el arqueólogo Jaroslav Řídký, del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de la República Checa.
“Las fosas circulares son las muestras más antiguas de la arquitectura de este tipo en todo el territorio europeo. Las obras megalíticas y los llamados henges, que aparecen en las islas británicas, tienen una antigüedad mucho menor. Incluso Stonehenge tiene 1500 años menos que nuestras fosas circulares”.
Las fosas representaban partes integrales de asentamientos de la época, construidos cerca de fuentes de agua en zonas fértiles. Algunos hallazgos muestran que se trataba de arquitectura monumental, prosigue Jaroslav Řídký.
“Incluyen asimismo huellas de empalizadas de espeques formadas en forma circular, generalmente con cuatro entradas. Esos complejos alcanzaban una amplitud de entre 30 y 240 metros. Los restos aparecen en un territorio bastante extenso, desde Alemania Occidental, atravesando la República Checa, Polonia hasta el suroeste de Eslovaquia, oeste de Hungría y Austria, más o menos toda Europa Central. Es interesante que aparecieran en territorios de varias culturas arqueológicas”.
Funciones desconocidas
La función de las fosas sigue siendo objeto de debates de los especialistas. Conforme a las primeras interpretaciones, servían como vallas de defensa o para ganado.
Algunos hablan de funciones militares. No obstante, a esta teoría se opone el hecho de que los recintos circulares se encontraban en lugares de fácil acceso y tenían varias entradas, algo ilógico en el ámbito militar. Otra hipótesis sostiene que servían como lugares de comercio o trabajo conjunto. Muchos especialistas se inclinan hacia teorías sobre fines rituales y astronómicos, apunta el arqueólogo.
“La mayoría de los arqueólogos cooperan con astrónomos y se ocupan de las entradas que están orientadas de diferentes formas no casuales. Algunas se dirigen hacia varias formaciones situadas en el paisaje. Además, durante el equinoccio o el solsticio, la salida y la puesta del sol se puede ver en los ventanillos de las fosas. Esto indica a su función ritual. A ella se suma la función social, es decir, que servía como lugar de reunión de la gente”.
En Europa Central se han descubierto los restos de aproximadamente 200 fosas circulares y más de 30 en territorio checo.
“Los primeros hallazgos datan de la primera mitad del siglo XIX. El auge de las investigaciones se inició a mediados de los años ochenta del siglo pasado y con el desarrollo de la arqueología que documenta las obras desde arriba por medio de aviones y drones. El máximo auge data de la mitad de los años noventa, que nos otorgó la mayor cantidad de datos. Cada año aparecen nuevas fosas circulares en todos los países mencionados”.
La fosa circular más grande de Europa Central
Las fosas circulares en el territorio checo no se han conservado visibles. No obstante, los restos de este tipo de obra más grande de Europa Central se encuentra en cercanías de Praga, afirma Řídký.
“Durante la construcción de la circunvalación de la ciudad de Kolín, se descubrieron tres fosas, y una de ellas es la más grande de Europa Central. Tiene casi 240 metros de diámetro y tres zanjas. La denominamos una mega fosa circular”.
Los nuevos hallazgos aparecen de la mano de la construcción de carreteras. El último descubrimiento se hizo recientemente en la localidad de Třebovětice, en las proximidades de la ciudad de Jičín, donde se observan incluso los vallados.
Las investigaciones mostraron que las fosas empezaron a desaparecer de los asentamientos alrededor del 4600 a. C. Jaroslav Řídký explica los posibles motivos de su suspensión.
“Es posible que la mayoría de las fosas fuera enterrada a propósito, tal vez por motivos rituales. También pudo haber sucedido un colapso cultural, del sistema o intentos de tomar el poder. Simplemente, surgió un cambio social tras el que las fosas no cumplían con su función anterior y fueran suspendidas”.
La República Checa de momento no dispone de ninguna réplica de estas obras neolíticas. Hacerse una idea de su aspecto es posible en el municipio Goseck, en Alemania, y en Heldenberg, en Austria, que ofrecen unas copias fieles de estos recintos circulares.
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