Fuente: https://andina.pe
16 de marzo: Luna en cuarto creciente: Cuando la Luna esté en cuarto creciente, su cara dirigida hacia la Tierra estará iluminada a la mitad por la luz solar, luz solar que le llegará aproximadamente desde el oeste, haciendo que el Mar de la Tranquilidad (Mare Tranquillitatis) se observe prominente en las vistas con binoculares o telescópicas. ¿Cuándo exactamente? A las 11:11 p. m. del 16 de marzo. Visibilidad: Luego de la puesta del Sol. Recuerda que el cambio de apariencia de la Luna debido a sus fases es lento, muy lento para distinguirlo a simple vista en pocas horas, a veces incluso tras el transcurso de un día. Por esto, la Luna nos parecerá en cuarto creciente antes, durante y después de las 11:11 p. m. del 16 de marzo.
19 de marzo: Primer equinoccio del año: El primer equinoccio del año marca el inicio del otoño en el Perú, en todo el hemisferio sur de la Tierra, a decir verdad. El centro del astro rey, justo en dicho momento, cruzará el ecuador del cielo, pasando del hemisferio sur al hemisferio norte. A medida que pasen los días, el Sol poco a poco irá internándose más y más hacia el norte celeste. Este equinoccio, también conocido como equinoccio de marzo o equinoccio de otoño, marca el inicio de la primavera en el hemisferio norte terrestre, por otro lado. ¿Cuándo exactamente? A las 10:06 p. m. del 19 de marzo. Visibilidad: El equinoccio puede experimentarse a la salida o a la puesta del Sol, teniendo en cuenta dónde precisamente se ubican los puntos cardinales este u oeste, según sea el caso, para tomarlos como referencias. Eso sí, es importante ser cuidadosos con la luz solar, para no dañar nuestros ojos.
19 de marzo: “Día sin sombra” en… Hoy termina la primera temporada del año de pasos cenitales del Sol para territorio peruano. Los “días sin sombra” seguirán experimentándose cada vez más hacia el norte, pero el próximo 22 de septiembre volverán a observarse en nuestro país.
21 y 22 de marzo: Conjunción Venus-Saturno: Los días 21 y 22 de marzo tendremos una conjunción entre los planetas Venus y Saturno, es decir, un acercamiento aparente en el cielo entre estos dos astros. Un buen par de binoculares puede ayudarnos a distinguir mejor el evento. Los binoculares, después de todo, son un excelente instrumento óptico para el cultivo de la afición astronómica. Con un telescopio, por otra parte, nuestra experiencia puede llegar a ser memorable. Visibilidad: A partir de las 5:25 a. m. del 21/22 de marzo, aunque con dificultad, debido a la poca altura que los planetas tendrán con relación al horizonte, así como por la luz del Sol naciente. Es preciso dirigir la mirada hacia el punto cardinal este, aproximadamente.
24 de marzo: Máxima elongación este de Mercurio: A medida que Mercurio orbita alrededor del Sol, hay momentos en los que dicho planeta aparenta ubicarse con respecto a nosotros, observadores terrestres, lo más lejos “hacia el este” o “hacia el oeste” del astro rey en el cielo. Decimos entonces que Mercurio alcanza su máxima elongación este u oeste, respectivamente. O, equivalentemente, que el ángulo Sol-Tierra-Mercurio es el mayor de tal temporada. ¿Cuándo exactamente? A las 5:34 p. m. del 24 de marzo. Visibilidad: Luego de la puesta del Sol, aunque con dificultad. Estos eventos, no sólo el día de su ocurrencia, sino también antes y después, suelen ser oportunos para la visualización del planeta.
25 de marzo: Luna llena: Cuando la Luna esté en fase llena, su cara dirigida hacia la Tierra estará completamente iluminada por la luz solar.- ¿Cuándo exactamente? A las 2:00 a. m. del 25 de marzo. Visibilidad: A partir de las 6:45 p. m. del 24 de marzo. Recuerda que el cambio de apariencia de la Luna debido a sus fases es lento, muy lento para distinguirlo a simple vista en pocas horas, a veces incluso tras el transcurso de un día. Por esto, la Luna nos parecerá llena antes, durante y después de las 2:00 a. m. del 25 de marzo.
24 y 25 de marzo: Eclipse penumbral de Luna: En los eclipses penumbrales de Luna nuestro satélite natural no suele oscurecerse tanto e incluso muchas veces no podemos notar nada especial sobre su superficie, a simple vista. En esta oportunidad, sin embargo, quizás sí lleguemos a percibir un sutil cambio en la brillantez de la Luna, sobre todo cerca del máximo, desde algunos minutos antes hasta algunos minutos después del mismo. Mejor todavía si usamos binoculares o un telescopio a poco aumento.
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