martes, 28 de julio de 2020

Cusco: nueva iluminación resaltará belleza de la Iglesia de la Compañía de Jesús





La Iglesia de la Compañía de Jesús está ubicada
en el lado sureste de la Plaza de Armas de Cusco.



Fuente: https://larepublica.pe

En el recinto religioso implementaron tecnología LED que permitirá apreciar con más detalle las pinturas y la arquitectura. Las luminarias también consumen menos energía eléctrica.

El interior de la Iglesia de la Compañía de Jesús en Cusco luce renovado. Estrenará su nueva iluminación, la cual resalta la belleza de su arquitectura y las hermosas obras de arte que alberga.

La remodelación se dio como parte de un proyecto impulsado por el cura de la Parroquia El Sagrario del Cusco, padre Jerónimo Olleros Rodríguez-Arias; y financiado con los aportes de los padres jesuitas.

Para renovar la iluminación del recinto religioso, la electricista María Zulema León Valdivia instaló una nueva generación de lámparas con tecnología LED, que permitirán apreciar mejor los colores de las obras de arte que están colocadas en los muros y los detalles de la sacristía y cripta.

De igual manera, las nuevas luminarias proyectan una luz clara y homogénea libre de radiaciones UV e IR que son nocivas para las pinturas. Otro beneficio, es que las lámparas reducen el consumo de energía eléctrica, de manera considerable.

Es así que los feligreses tendrán la oportunidad de admirar las pinturas religiosas que evocan a santos o personajes bíblicos. Aunque la remodelación de las luminarias culminó el pasado 26 de junio, los feligreses recién podrán ver la iglesia remodelada, cuando el gobierno autorice la reapertura de los templos.

Es así que los feligreses tendrán la oportunidad de admirar las pinturas religiosas que evocan a santos o personajes bíblicos. Aunque la remodelación de las luminarias culminó el pasado 26 de junio, los feligreses recién podrán ver la iglesia remodelada, cuando el gobierno autorice la reapertura de los templos.

TEMPLO

La Iglesia de la Compañía de Jesús está ubicada en el lado sureste de la Plaza de Armas de Cusco y posee una de las fachadas más bellas de toda la Ciudad Imperial. Al interior, luce una sola nave donde destaca el altar mayor tallado en cedro y completamente dorado con hojas de oro.

En el centro del altar se encuentra la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Arriba de ella yace un lienzo que representa la Transfiguración de Jesús.

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domingo, 26 de julio de 2020

Video: Exposición virtual DESIERTO, fotografías de Alex Bryce






Compartimos con ustedes la exposición virtual DESIERTO, fotografías de Álex Bryce. Esta muestra se inauguró en marzo en el Centro Cultural Inca Garcilaso del MRE pero se postergó debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19. Este es un recorrido virtual, guiado por el propio artista.

Más información: https://ccincagarcilaso.gob.pe/desierto/

Fuente: Centro Cultural Inca Garcilaso

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Tal vez no eres tan bueno calculando riesgos como crees. Te decimos por qué






Fuente: https://www.nytimes.com
Por:


Conforme los estadounidenses en todo el país comienzan su cuarto mes de distanciamiento social, pero ahora con más opciones de actividades ya que los estados se encuentran en distintas fases de reapertura, muchos de nosotros estamos haciendo cálculos en torno a lo cautelosos que aún queremos ser. Solo hay un problema: los seres humanos en realidad no son muy buenos en la evaluación de riesgos, especialmente su propio riesgo, dijo Marie Helweg-Larsen, profesora de Psicología de Dickinson College.

Hay muchos factores en juego en la psicología humana que pueden sesgar nuestra percepción de los riesgos, lo cual complica el asunto. A continuación las cosas que sesgan tus valoraciones:

Sesgo optimista. Este es un hallazgo “muy básico y establecido en la psicología social: las personas creen que su propio riesgo es menor al del de otras personas”, dijo Helweg-Larsen. El sesgo optimista es el motivo por el que ordenamos tocino extra aunque sabemos que las dietas con mucha carne procesada están relacionadas con un mayor riesgo de sufrir cáncer de colon. Seguramente el cáncer de colon les da a otras personas y no a nosotros, ¿verdad? Helweg-Larsen dijo que este fenómeno se ha encontrado en culturas de todo el mundo. Sin embargo, las personas que viven en sociedades muy individualistas —como Estados Unidos— suelen exhibir altos niveles de sesgo optimista.

Falso sentido de control. “Cuanto más control cree la gente que tiene, en general, menos preocupada se encuentra”, señaló Helweg-Larsen. Por eso es que, para muchos, conducir un auto parece más seguro que volar en avión. El auto, desde luego, es estadísticamente mucho más peligroso: en 2018, de acuerdo con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, 36.560 estadounidenses murieron en accidentes automovilísticos, en comparación con los 381 estadounidenses muertos en accidentes de aviación. Así que, aunque los cubrebocas y el lavado frecuente de manos definitivamente son maneras de reducir tu riesgo de contraer el coronavirus, quizá también te estén envalentonando. El distanciamiento social aún es la clave para evitar la propagación de la COVID-19.

Señales culturales poco claras. A menudo aprendemos sobre los peligros de la misma manera pero de distintas fuentes. Un ejemplo es el tabaquismo. Quizá de niño aprendiste que el tabaco causa cáncer, por tus padres o en la escuela, dijo Helweg-Larsen. Los mensajes en torno a la COVID-19 son menos claros porque no hay una reserva existente de conocimiento cultural compartido acerca de sus peligros. De hecho, en algunos lugares, los expertos en salud pública y los funcionarios electos no se ponen de acuerdo acerca de lo que es seguro y lo que no es seguro. Eso significa que obtenemos una variedad de señales culturales contradictorias y quizá tengamos problemas para saber cuáles seguir.

Sesgo de confirmación. Si te estás preguntando si es seguro comer al exterior con amigos, quizá hagas una búsqueda de esta pregunta: “¿Comer con amigos afuera es seguro durante la crisis del coronavirus?”. Sin embargo, Helweg-Larsen señala que es probable que la búsqueda dé como resultado artículos acerca de por qué es seguro comer afuera en esta época. “Lo que hace la mayoría de la gente es únicamente buscar pruebas de confirmación”, comentó, un fenómeno llamado sesgo de confirmación. Si de verdad quieres toda la información sobre comer en exteriores, también deberías buscar la frase “peligros de comer en el exterior durante la crisis del coronavirus”.

Terapia de exposición. Muchos de nosotros nos estamos acostumbrando a vivir en una pandemia. Eso está haciéndonos bajar la guardia también. La terapia de exposición, o hacer que la gente enfrente sus temores en pequeñas dosis, es la manera en que son tratados los pacientes con fobias relacionadas con la ansiedad, dijo Ron Acierno, profesor de Psiquiatría en la Escuela de Medicina McGovern y director del Centro de Trauma y Resiliencia de la Universidad de Texas, campus Houston. “Si les temes a los perros pero tienes que trabajar en una tienda de cachorros, te acostumbrarás”.

Vivir en la era del coronavirus, al menos en cierto nivel, es un curso muy extraño de una terapia de exposición a una pandemia. Tu primera ida a la tienda de abarrotes durante el confinamiento quizá pareció angustioso, pero, si no te enfermaste, tu segundo viaje quizá fue menos aterrador. Actualmente, tal vez estés considerando encargarte de otros pendientes no esenciales.

Debo admitir que me siento menos ansiosa ahora que hace cuatro meses, aunque mi riesgo de contraer COVID-19 en mi zona rural es más alto ahora que en marzo. Lo que también juega un papel en nuestra psicología simplemente es nuestro deseo profundo de tener un pedacito de normalidad de regreso en nuestras vidas. Helweg-Larsen dijo que no es poco común saber que lo que estás a punto de hacer es riesgoso pero también saber que la recompensa que obtendrás parece superar el riesgo. Eso a menudo hace que nos decidamos por adoptar un comportamiento riesgoso. Sin embargo, ella nos anima a todos a pensarlo dos veces antes de decidir que la recompensa de verdad vale la pena, sobre todo en este momento.

Nuestros cerebros quizá a veces sean demasiado optimistas. Aunque eso no siempre es negativo (ir por la vida pensando constantemente en todas las cosas malas que podrían ocurrir tampoco es sano), en una situación como esta, tu cerebro podría exponerte a riesgos innecesarios.

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Podcast Zoo de Fósiles: El yacimiento de Messe






Los fósiles de Messel, un yacimiento situado en el centro-oeste de Alemania, 35 kilómetros al sudeste de Frankfurt, se formaron durante el Eoceno medio, hace unos 47 millones de años. Por aquel entonces, la región era una selva subtropical situada en una zona muy activa geológicamente. En el yacimiento se han encontrado esqueletos completos totalmente articulados, contenidos estomacales, pieles, plumas, tejidos blandos… en un estado de conservación excelente. Se ha propuesto que la abundancia de animales terrestres encontrados en el yacimiento se podría explicar por erupciones límnicas como la que ocurrió en 1986 en el lago Nyos, en Camerún, cuando la liberación súbita del dióxido de carbono disuelto en el agua del lago mató a unas mil ochocientas personas y varios miles de cabezas de ganado. Otra teoría, avalada por la presencia de trazas de toxinas en los sedimentos, apunta a un envenenamiento estacional de las aguas del lago debido al florecimiento de cianobacterias.

Podcast:  Zoo de Fósiles

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sábado, 25 de julio de 2020

martes, 21 de julio de 2020

Libro [PDF]: La Ruta Riva-Agüero



https://ira.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2014/12/GUIA-Riva-Aguero-PROMPERU.pdf?fbclid=IwAR3Y9KZABdhQ3dB_Od0TgfKnrCNScv40d8wz8X174FtemKx7cBjEO9tADM8



Una ruta literaria por el libro Paisajes Peruanos de José de la Riva Agüero. Paisajes Peruanos es una de las obras más relevantes de Riva-Agüero, resultado del viaje que hiciera, en 1912, a caballo y mula, a la sierra peruana de centro y sur. Es un libro singular porque se “adelanta” al “descubrimiento” del país interior que hicieron los intelectuales a partir de la década del veinte. Además, es una fructífera síntesis de intuición y erudición, que relaciona brillantemente la naturaleza que visita con su cultura e historia.

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Hummingbirds Learn to Count to Find Their Favorite Flowers




A Rufous Hummingbird sips on the nectar from an Orange Justicia plant in California 



New research suggests that wild hummingbirds can keep count as they forage and use their counts to keep track of the sweetest flowers. The new paper, published on July 8 in the Proceedings of the Royal Society B, found that male rufous hummingbirds can learn which fake flower in a sequence holds a nectar-like syrup. Only one flower in ten held syrup. But even when the researchers moved the location of the artificial flowers and the distances between them, scientists observed the birds returning to the syrup-filled flower.

“They would never lose their car in the car park,” says biologist Susan Healy of the University of St. Andrews to Cathleen O’Grady at Science magazine. Hummingbirds join a growing club of animals that can understand sequences, which includes rats, guppies and monkeys. Last year, researchers showed that Emory University showed that dogs use a brain region for number processing that’s analogous to the region used by humans, Katherine Wu wrote for Smithsonian last December.

The new research is unique because it focuses on counting ability in the wild, rather than in a lab. Rufous hummingbirds are only about three inches long, and the males are red with pink throats. “And they are cranky little guys—aggressive eaters, they terrorize [local birds in Colorado], like meeker black-chinned hummingbirds, at feeding stations,” Peter Burke writes in 5280 magazine. That territoriality made them the perfect candidates for the study.

In Alberta, Canada, biologist Tas Vámos, now at the Victoria University of Wellington, set up artificial flowers—yellow foam disks around a small tube filled with sugar water—in hummingbird territory just before the birds migrated there for the summer. After several males established territories around different foam flowers, the training began.

The scientists replaced the single fake flower with a line of ten. Only the first flower, the one closest to the original, contained sugar water. The hummingbirds began to recognize that only that flower contained food, and even when the line of fake flowers moved, they recognized the first one in the line and went there for food the majority of the time.

Once the birds learned to eat from flower number one, the sugar water was moved to the second flower and the training began again. The scientists waited for the birds to learn to go to the second flower, then began shifting the location of the line of blooms, and still the birds went to flower two. The process was repeated for the third and fourth spots in the line-up of fake flowers.

To take into account the fact that the birds might be picking a flower for food based on distance from the first flower, instead of the number of blooms apart, the final stage of the experiment had the line of flowers spaced apart differently. Sometimes the fake flowers crowded together and sometimes spread apart. But still, the hummingbirds made their way to the fourth flower.

The birds made mistakes at times, sometimes probing the empty fake flowers on either side of the one that actually contained a treat. And when the birds reached level four of their training, they usually erred on the side of picking the third rather than the fifth flower. In the paper, the researchers suggest this may be because the third flower had held food in the past.

“It’s an ambitious study,” University of Tübingen neurobiologist Andreas Nieder tells Science magazine. The birds may have been using information other than counting to find the sweetest flower, Nieder says, and different birds might use different strategies.

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Webinar Protocolos y medidas de seguridad en la aviación comercial: 22 de julio - 11:00 am.




 
Protocolos y medidas de seguridad en la aviación comercial. PROMPERÚ te invita a conocer los protocolos de seguridad implementados por las aerolíneas y aeropuertos, a raíz de la pandemia por COVID-19 y la presentación de la oferta correspondiente al reinicio de sus operaciones. En esta ocasión, Lima Airport Partners compartirá información clara sobre los nuevos procesos y flujos de los pasajeros para la reactivación de las operaciones de vuelos domésticos.

Fecha: miércoles 22 de julio
Hora: 11:00 am.
Ponente: Rocío Espinoza. Gerente de Reputación de LAP

Ingresa aquí.

Podcast Victoria #037: Historia de los Tercios Ep.1. La Guerra en el Renacimiento






Entre el 1534 y el 1704, la unidad militar principal de la Monarquía Hispánica fue el Tercio. Esta unidad, temida, respetada y prácticamente invencible hasta Rocroi, fue la élite de la infantería de la época. En esta miniserie de 3 episodios, Esaú nos contará la historia de esta inmortal infantería.

 
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Canción: Se Acabó de Idéntico y Susan Ochoa






SE ACABÓ
 
Después de tanto tiempo
Apareces de repente
A recordarme nuestra historia tan fácilmente
Todas las cosas que prometiste y todo el daño que tú me hiciste

No es como tú piensas
Yo nunca te olvide
Me he gastado la vida siempre amándote
Te prometí que regresaría
En un mejor momento de mi vida

CORO

se acabo ya no me busques por favor
Me haces daño con tu juego
Acepta que se termino y que no
Me romperás de nuevo el corazón
Ya no !!!!

No se acabo mi amor entiende porfavor
Nunca me doy por vencido
Tu me conoces mejor que yo y aunque no
De tu vida he sido lo mejor
Aquí estoy yo amándote

ESTROFA 2
no es tan fácil creerte
No es la primera vez
Que te marchas , me dejas
Y luego quieres volver
Te prometí que regresaría en un mejor momento de mi vida

CORO : BIS

Producción musical : Pablo Preciado / Memo Andres
Producción audiovisual : Gustavo Romero / Enfoque films
Composición y letra : Beto Gómez/ Carlos Lopez / Josue Díaz / Sergio Medina

Fuente: Idéntico

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Lorenzo y Pepita (19-Julio-2020)



https://www.comicskingdom.com/blondie/2020-07-19


Fuente: http://blondie.com

Blondie (Pepita, Lorenzo o Lorenzo y Pepita en algunos países hispanohablantes) es una tira cómica estadunidense creada por Chic Young. Distribuida por King Features Syndicate y publicada en diversos rortativos desde el 8 de septiembre de 1930.1​ El éxito llevó a la creación de películas (1930-1950), programas de radio, historietas y una serie animada. "Blondie" en inglés es un diminutivo cariñoso que se traduce al español como Rubita, ya que en efecto, la protagonista de esta family strip es una joven notoriamente rubia.

Garfield (19-Julio-2020)



https://www.gocomics.com/garfield/2020/07/19



Garfield es el nombre de la historieta creada por Jim Davis, que tiene como protagonistas al gato Garfield, al no muy brillante perro Odie, y a su dueño, el inepto Jon Arbuckle (Jon Bonachón en el doblaje latinoamericano). El protagonista se llama así por el abuelo de Davis, James Garfield Davis, que fue bautizado en honor al presidente estadounidense James A. Garfield.

Video: 15 datos de ALEMANIA que no necesitas | AndyGM






Madre mía, lo que me gusta a mí pasar de enseñaros cosas complicadas a compartiros datos totalmente inútiles... 😂 Algunos os van a gustar y sorprender tanto como a mi 😁


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Los koalas son aliados inesperados en la lucha contra la clamidia





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TOORBUL, Australia — La primera señal es el olor: ahumado, como una fogata, con un toque de orina; la segunda es la parte trasera del koala: si está húmeda e inflamada, con rayas color café, sabes que el animal está en problemas. Jo, enroscada e inconsciente en la mesa de examinación, tenía ambas cosas.

Jo es una koala silvestre que se encuentra bajo la vigilancia de Endeavour Veterinary Ecology, una consultora de vida silvestre que se especializa en ayudar a poblaciones de koalas enfermos a recuperarse. Los veterinarios notaron en sus dos últimas visitas de campo que tenía un “trasero sospechoso”, como lo describió la veterinaria Pip McKay. Así que la llevaron a ella y a su hijo Joey, de un año, para una revisión completa de salud en la clínica veterinaria principal, que se encuentra en un remoto claro del bosque en Toorbul, al norte de Brisbane. McKay ya tenía una idea de cuál podría ser el problema. “A primera vista, probablemente tenga clamidia”, dijo.

Los humanos no tienen el monopolio de las infecciones de transmisión sexual. Las ostras contraen herpes; los conejos, sífilis, y los delfines desarrollan verrugas genitales. Pero la clamidia (una bacteria unicelular muy simple que actúa como un virus) ha sido particularmente exitosa, ya que infecta a todo tipo de animales, desde ranas hasta peces y periquitos. Se podría decir que la clamidia nos une a todos.

Esta susceptibilidad compartida ha llevado a algunos científicos a argumentar que el estudio, y la salvación, de los koalas puede ser la clave para desarrollar una cura perdurable para los humanos. “Están ahí fuera, tienen clamidia y podemos darles una vacuna; podemos observar lo que hace la vacuna en condiciones reales”, explicó Peter Timms, un microbiólogo de la Universidad de Sunshine Coast en Queensland, quien ha pasado la última década dedicado a desarrollar una vacuna contra la clamidia para los koalas y ahora lleva a cabo ensayos en koalas silvestres, con la esperanza de que su fórmula pronto esté lista para una mayor difusión. “Podemos hacer algo con los koalas que nunca se podría hacer con los humanos”, afirmó Timms.

En los koalas, los estragos de la clamidia son extremos, puesto que provocan una inflamación grave, quistes masivos y cicatrices en el tracto reproductivo. En los peores casos, los animales aúllan de dolor al orinar y desarrollan el olor delatador. Pero la bacteria responsable sigue siendo notablemente similar a la humana, gracias al diminuto y altamente conservado genoma de la clamidia: solo tiene 900 genes activos, mucho menos que la mayoría de las bacterias infecciosas.

Debido a estas similitudes, los ensayos de vacunas que Endeavour y Timms realizan pueden ofrecer pistas valiosas para los investigadores de todo el mundo que trabajan en una vacuna para humanos.

Un acertijo envuelto en un misterio

¿Qué tan grave es la clamidia en los humanos? Consideren que más o menos uno de cada diez adolescentes sexualmente activos en Estados Unidos ya está infectado, afirmó Toni Darville, jefa de la división de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Carolina del Norte. La clamidia es la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo, en vista de que se reportan 131 millones de casos nuevos cada año.

Darville explica que, aun cuando tenemos antibióticos, eso no es suficiente para resolver el problema, ya que la clamidia es un “organismo invisible” que produce pocos síntomas y a menudo pasa inadvertido durante años.

“Podemos examinarlos a todos y tratarlos, pero si no tratamos a todas sus parejas y a todos sus compañeros en las otras preparatorias, basta una gran fiesta de vacaciones de primavera para que, antes de darnos cuenta, todos se infecten de nuevo”, dijo Darville. “Así que tienen esta infección crónica latente a largo plazo y ni siquiera lo saben. Luego, cuando tienen 28 años y dicen: ‘Ah, creo que estoy listo o lista para tener un bebé’, todo es un desastre”, agregó.

En 2019, Darville y sus colegas recibieron una subvención plurianual de 10,7 millones de dólares del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas para desarrollar una vacuna. El paquete ideal incluiría una vacuna contra la clamidia y la gonorrea junto con la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que ya se administra a la mayoría de los preadolescentes. “Si pudiéramos combinar esas tres, básicamente tendríamos una vacuna contra el cáncer de la fertilidad”, dijo la investigadora.

La naturaleza invisible y ubicua de la clamidia (el nombre significa “manto en forma de capa”) se debe a su ciclo de vida de dos etapas. Comienza como un cuerpo elemental, una estructura parecida a una espora que se cuela en las células y se esconde del sistema inmunitario del cuerpo. Una vez dentro, se envuelve en una membrana, secuestra la maquinaria de la célula huésped y comienza a producir copias de sí misma. Estas copias salen de la célula o se liberan en el torrente sanguíneo para continuar su viaje.

“La clamidia es bastante única en ese sentido”, dijo Ken Beagley, profesor de inmunología de la Universidad Tecnológica de Queensland y antiguo colega de Timms. “Ha evolucionado para sobrevivir increíblemente bien en un nicho particular, no mata a su huésped y el daño que causa ocurre durante bastante tiempo”, agregó el profesor.

La bacteria puede permanecer en el tracto genital durante meses o años, lo que causa estragos en la reproducción. La cicatrización y la inflamación crónica pueden causar infertilidad, un embarazo ectópico o la enfermedad inflamatoria pélvica. Cada vez hay más pruebas de que la clamidia también perjudica la fertilidad masculina: Beagley ha descubierto que la bacteria daña el esperma y podría provocar anomalías en el nacimiento.

Todo esto, excepto las fiestas de vacaciones de primavera, es cierto tanto en humanos como en koalas. Los investigadores que trabajan con ambas especies señalan que la clamidia del koala luce sorprendentemente similar a la versión humana. La principal diferencia es la gravedad: en los koalas, la bacteria asciende rápidamente por el tracto urogenital y puede saltar de los órganos reproductivos a la vejiga gracias a su proximidad anatómica.

Estos paralelos han llevado a Timms a argumentar que los koalas podrían servir como un “eslabón perdido” en la búsqueda de la vacuna humana. “El koala es más que simplemente un extravagante animal modelo”, dijo. “De hecho, es muy útil para los estudios en humanos”.

Una antigua maldición

Nadie sabe cómo ni cuándo los koalas contrajeron clamidia por primera vez, pero la maldición tiene siglos de antigüedad, por decir lo menos. En 1798, los exploradores europeos llegaron a las montañas de Nueva Gales del Sur y observaron a una criatura que desafiaba la descripción: orejas peludas y nariz de cuchara, miraba estoicamente desde los recodos de los enormes eucaliptos. La compararon con el wómbat, el perezoso y el mono. Se decidieron por “oso nativo” y le dieron el nombre de género de Phascolarctos (del griego para “bolsa de cuero” y “oso”), y generaron la idea errónea de que el oso koala es, de hecho, un oso. “La gravedad del rostro”, escribió The Sydney Gazette en 1803, “parece indicar una parte más que ordinaria de sagacidad animal”.

A finales del siglo XIX, el naturalista australiano Ellis Troughton observó que el “pintoresco y adorable koala” también era particularmente susceptible a las enfermedades. Los animales sufrían de una afección ocular similar a la conjuntivitis, a la que culpó de las oleadas de muertes de koalas en la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX. Al mismo tiempo, el anatomista J. P. Hill descubrió que las koalas de Queensland y Nueva Gales del Sur solían tener una gran cantidad de quistes en los ovarios y el útero. Muchos científicos modernos ahora creen que es probable que esas koalas padecieran del mismo flagelo: la clamidia.

En la actualidad, los koalas tienen aún más de qué preocuparse. Los perros, los conductores descuidados y, recientemente, los incendios forestales desenfrenados han reducido su población a tal grado que los grupos conservacionistas están pidiendo que los koalas sean incluidos en la lista de especies en peligro de extinción. Pero la clamidia aún está a la cabeza de todos sus problemas: en partes de Queensland, el corazón de la epidemia, la enfermedad fue responsable de una disminución del 80 por ciento en la población de koalas a lo largo de dos décadas.

Esta enfermedad también es la que con mayor frecuencia envía a los koalas al Hospital de Vida Silvestre del Zoológico de Australia, el hospital de animales silvestres más activo del país, 48 kilómetros al norte de Endeavour. “Las cifras son: la clamidia, un 40 por ciento; los automóviles, un 30 por ciento, y los perros, un 10 por ciento. Y el resto es una combinación interesante de problemas en los que te puedes meter cuando tienes un cerebro pequeño y tu hábitat se ha fragmentado”, dijo Rosemary Booth, directora del hospital.
El equipo de Booth trata a los koalas con clamidia con un régimen ampliado de los mismos antibióticos que se dan a los humanos. “Obtengo toda mi información sobre la clamidia de los CDC”, dijo, refiriéndose a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, “porque Estados Unidos es un gran centro de estudio de la clamidia”.

in embargo, la cura puede ser tan mortal como la enfermedad. En lo profundo de los intestinos de un koala, hay un ejército de bacterias que ayuda al animal a subsistir a base de eucalipto, una planta tóxica para todos los demás animales. “Este es el ejemplo máximo de un animal que depende por completo de una población de bacterias”, manifestó Booth. Los antibióticos acaban con esa flora intestinal crucial, por lo que impiden que el koala pueda obtener nutrientes de su comida.

En un ensayo de 2019 dirigido por Timms y Booth, fue necesario sacrificar a uno de los cinco koalas tratados con antibióticos “debido a complicaciones gastrointestinales que derivaron en desgaste muscular y deshidratación”. El problema es tan grave que los veterinarios administran a los koalas tratados con antibióticos “malteadas de popó” (en esencia, trasplantes fecales) con la esperanza de restaurar su microbiota.

Durante la última década, Timms ha trabajado para perfeccionar una vacuna. En lugar de tratar a los animales una vez que ya están enfermos, una vacuna generalizada protegería a los koalas de cualquier encuentro sexual futuro y de la transmisión de la infección de la madre al recién nacido. Su fórmula, desarrollada con la colaboración de Beagley, parece funcionar bien: los ensayos han demostrado que su uso es seguro, que surte efecto en 60 días y que los animales desarrollan respuestas inmunitarias que perduran toda su vida reproductiva. El siguiente paso es optimizarla para su uso en el campo.

En Endeavour, los veterinarios que trataban a Jo se llevaron una sorpresa: las pruebas moleculares demostraron que estaba libre de clamidia. Eso significaba que podían reclutarla para el ensayo en curso, en el que se prueba una vacuna combinada contra la clamidia y el retrovirus del koala conocido como KoRV, un virus de la misma familia que el VIH que, de manera similar, acaba con el sistema inmunitario del koala y hace que la clamidia sea más mortífera.

Timms espera que este ensayo y otro en Nueva Gales del Sur sean el “factor determinante”, el último paso para que el gobierno introduzca vacunaciones masivas en el norte de Australia. Si Timms tiene razón, podría ser una buena noticia no solo para los koalas.

De ratones y marsupiales 

Timms comenzó su carrera dedicado a estudiar la clamidia en el ganado antes de continuar con el uso de ratones como modelo para una vacuna humana. Durante mucho tiempo, los ratones, que son baratos, abundantes y susceptibles a la manipulación genética, han sido el estándar de oro para el estudio de las enfermedades reproductivas.

Pero el modelo del ratón conlleva graves inconvenientes. Lo más evidente es que los ratones exhiben una respuesta inmune a la clamidia profundamente diferente a la nuestra, lo que hace que la idea de probar una vacuna humana en ratones sea “completamente errónea”, dijo Timms.

Después de una década de trabajo con ratones, razonó que podía tomar el conocimiento que había obtenido y aplicarlo a un animal que realmente estaba sufriendo y que era posible curar: el koala. “No necesitamos una vacuna para los ratones”, dijo. Con “el trabajo con los koalas, por duro que sea y por difícil que sea, los resultados que obtienes son los que importan”.

Cuanto más trabajaba Timms con koalas, más se daba cuenta de que estos marsupiales no eran tan diferentes de los humanos; se trata de una especie que, como nosotros, contrae naturalmente varias cepas de clamidia y sufre consecuencias reproductivas similares, como la infertilidad. Se dio cuenta de que tal vez tenía un animal modelo útil entre manos.

“Es mejor hacer un mal experimento con koalas que un buen experimento con ratones”, dijo Timms. “Porque los koalas en verdad contraen clamidia y realmente contraen enfermedades del tracto reproductivo, así que todo lo que hagas es relevante”.

Fuera de Australia, muchos investigadores dicen que la idea de un modelo koala es inteligente pero difícil de implementar. Darville señaló que sería caro y logísticamente imposible probar 30 vacunas diferentes en koalas (según Endeavour, cuesta alrededor de 2000 dólares sacar a un koala de su árbol y hacerle un examen de salud).

A pesar de ello, Timms cree que vale la pena intentarlo: “La razón por la que argumentamos que deberíamos poner a los koalas entre los ratones y los humanos (en lugar de conejillos de indias, cerdos miniatura y monos) es que, hasta cierto punto, con los koalas se evitan todas las debilidades que tienen los demás”.

Paola Massari, inmunóloga de la Escuela de Medicina de Tufts, colabora con Timms para probar una potencial vacuna diferente en los koalas. “El koala representa un modelo clínico perfecto, porque es un animal para el que puedes experimentar un poco más de lo que puedes hacer en humanos”, dijo. “Y al mismo tiempo, si obtienes resultados, curas una enfermedad (en los koalas)”.

Una alianza improbable 

Una calurosa tarde de febrero, Booth salió a la fuerte luz del sol en los terrenos del Zoológico de Australia. Se dirigía a las salas de clamidia, que en 2018 fueron bautizadas oficialmente de Sala de Clamidia de Koala John Oliver después de que se donó una subvención en nombre del comediante. Unos 20 koalas enfermos eran tratados con antibióticos aquel día, y decenas más estaban camino a la recuperación.

Booth se acercó a un recinto frondoso, donde una esponjosa hembra gris la miró con curiosidad desde su percha. Esta koala fue traída originalmente por clamidia, pero desde entonces se había recuperado; su razón para estar aquí, en su jaula, fue una “desventura”.

“Esta es la pequeña Lorna, que es bastante interesante”, dijo Booth. “Tiene un bebé en su bolsa y ha tenido problemas con su metabolismo de la glucosa”. Tenía diabetes. ¿No era inusual tener un animal que contrae enfermedades tan humanas: diabetes, cáncer e infecciones de transmisión sexual? “No somos más que un animal”, dijo Booth, mientras levantaba las manos en un gesto de unidad con el mundo. “No pensamos en eso primero”.

Todavía no se sabe en qué medida ayudará a desarrollar una vacuna humana la investigación sobre la clamidia del koala (Darville había trabajado nueve meses cuando llegó la COVID-19 y se vio obligada a cerrar su laboratorio, lo que ha retrasado los avances científicos). Lo que es seguro es que la investigación realizada sobre la clamidia humana ha beneficiado enormemente a los koalas. Desde los antibióticos humanos hasta lo que se ha descubierto gracias a los ratones, los veterinarios de los animales silvestres tienen ahora muchas más herramientas que antes para salvar a los marsupiales vulnerables. 

Para Booth, ayudar a los koalas es más que suficiente. “No quiero salvar a los humanos. Mi enfoque es completamente opuesto: quiero usar la investigación humana para ayudar a salvar a otros animales, porque no tienen voz a menos que hablemos por ellos”, dijo la investigadora.

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miércoles, 15 de julio de 2020

New Research Suggests Humans Invented String at Least 120,000 Years Ago




A set of 120,000-year-old shells from the Qafzeh Cave in northern Israel.
Ancient humans collected these shells, which had natural perforations,
and arranged them on lengths of string. (Bar-Yosef Mayer et al, 2020)



More than 120,000 years ago, humans living in what is now Israel were collecting shells and threading them onto pieces of string—perhaps to be worn as jewelry, according to new research. Scientists led by Daniella Bar-Yosef Mayer, an archaeologist at Tel Aviv University, found that naturally perforated shells discovered beneath human burials in the Qafzeh Cave in northern Israel show microscopic signs of wear consistent with having been strung together, reports Ariel David for Haaretz.

The team’s findings, published this week in the journal PLOS One, narrow down the invention of string to sometime between 160,000 and 120,000 years ago. “The timing of the invention of strings is of significance beyond the desire to adorn oneself,” says Bar-Yosef Mayer in a statement quoted by the Jerusalem Post’s Rossella Tercatin. 

Developing string was crucial for subsequent innovations including “hunting traps and fishing nets, archery for hunting with arrows, fishing using hooks, and other various practices related to sailing—for example, tying logs of wood to create rafts, as well as several uses connected to clothing,” the archaeologist adds. As Siobhan Roberts reported for the New York Times in April, the earliest direct evidence of string is a 50,000-year-old cord fragment found in the Abri du Maras cave in southeastern France. The specimen is attributed not to Homo sapiens, but to Neanderthals, who inhabited the site between 90,000 and 42,000 years ago.

Since the braided organic materials used to make string and rope are rarely preserved, the researchers behind the new study relied on indirect evidence: namely, five ocher-laden shells found in northern Israel.

“Ocher was a substance to color various materials in red and was often used by prehistoric humans, possibly for painting their bodies, for processing hides, and more,” explains Bar-Yosef Mayer to Megan Marples of CNN. “Possibly, giving the shells a red color also had symbolic meanings.”

To determine the microscopic markers associated with different uses for the shells, the team conducted tests on modern clam shells, rubbing them against materials including sand, leather and wood, as well as stringing them together with wild flax cords. Abrasions and wear patterns produced by these experiments matched those found on the Qafzeh Cave shells, suggesting the latter were once hung on a string in close proximity to each other, reports CNN.

Per the study, natural damage at sea, rather than intentional drilling by humans, produced the holes that enabled the cave’s ancient residents to string the shells together.

The archaeologists also examined clam shells found at nearby Misliya Cave and dated to between 240,000 and 160,000 years old. The shells’ “battered condition” suggests Paleolithic people intentionally collected them, but they bear no holes or signs of being used in necklaces or other adornments, reports Kiona N. Smith for Ars Technica. Human-collected shells unearthed in similarly ancient cave sediment in South Africa have no perforations either.

The researchers theorize that the invention of string—which enabled shells to be “strung in order to be displayed,” according to the paper—accounts for ancient humans’ shift in preference from intact shells to those with naturally occurring holes. 

Teresa Steele, a paleoanthropologist at the University of California, Davis, who was not involved in the study, tells Haaretz that the new paper suggests string and rope may “have much greater time depth than previously acknowledged.” She adds that the use-wear analysis featured in the study opens “a window into reconstructing organic technologies that are difficult to access in deep time.”

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