"El problema de Africa consistía en la contradicción entre el hombres y el medio, entre la inmensidad del espacio africano (más de treinta millones de kilómetros cuadrados) y el hombre, indefenso, descalzo y pobre: su habitante. Dirigiera la vista donde se dirigiese, todo estaba lejos, todo estaba desierto, deshabitado, infinito. Era necesario caminar cientos, miles de kilómetros para encontrar a otros seres humanos (no se puede decir: 'a otro ser humano', porque en aquellas condiciones un hombre solo no podría sobrevivir). La información, el conocimiento, los avances de la técnica, los bienes de consumo, la experiencia de otros, nada de esto había penetrado, nada había encontrado el camino. No existía el intercambio entendido como una forma de participación en la cultura universal, cuando surgía, se trataba de una excepción, era todo un acontecimiento, una fiesta. Y, sin el intercambio, no hay progreso. "
Página 25-26. Ebano. Ryszard Kapuscinski. Anagrama. Barcelona, España - 2011.
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