El zoológico Parque de las Leyendas de Lima hace honor a su nombre. Al igual que gran parte de la capital de Perú, el terreno sobre el que se asienta esconde una historia milenaria. Los arqueólogos ya habían encontrado allí construcciones, artefactos e incluso un par de momias humanas, pero el hallazgo revelado en 2012 fue una verdadera sorpresa cuya explicación no está todavía clara. Entre los rediles de la cebra y el hipopótamo, apareció un extraño cementerio compartido por 100 perros que descansan junto a un número similar de seres humanos. ¿Por qué estaban allí? ¿Por qué los enterraron juntos?
Durante el Congreso Mundial de Estudios de Momias recientemente celebrado en Lima, Karina Venegas Gutiérrez, una arqueóloga que trabajó con su equipo en el desenterramiento de los canes, intentó aclarar lo sucedido. Según informa la revista Science en su web, la científica reconoce que el descubrimiento sigue siendo desconcertante: los restos de 126 seres humanos y 128 perros. Encontraron perros pequeños y grandes. La mayoría pertenecía a tres tipos de perros callejeros que continúan en los pueblos y ciudades del Perú actual. Uno de los esqueletos recuerda a un pequeño bulldog. Algunos de los perros todavía tenían piel y pelo, y otros estaban tan bien conservados que se apreciaba el morro y las orejas. Todos ellos habían sido dispuestos en posturas pacíficas, como si se hubieran quedado dormidos, y fueron envueltos en textiles para el entierro, al igual que la mayoría de los seres humanos. La cerámica y otros artefactos cercanos sugieren que perros y humanos fueron enterrados hace unos mil años.
Los arqueólogos han encontrado un par de antiguos cementerios de perros en Perú, donde muchos canes están enterrados con ofrendas. Pero esto es diferente. En esos lugares solo hay perros, pero aquí hay perros y humanos. Algunas culturas peruanas precolombinas creían que los perros acompañaban a sus dueños a la otra vida, y los arqueólogos han encontrado algunas tumbas de humanos con sus perros de compañía. El caso del zoológico parece distinto. Aquí, sólo dos seres humanos fueron enterrados junto a sendos perros. El resto de los humanos y canes parecen haber sido enterrados en la misma área y al mismo tiempo.
Los esqueletos humanos representan tanto hombres como mujeres, entre 20 y 40 años de edad. La mayoría muestra signos de lesión violenta, incluyendo fracturas de cráneo y extremidades, y costillas rotas. Lesiones que parecen causa de la muerte. Los animales, sin embargo, no muestran signos de heridas mortales en sus esqueletos, lo que lleva a Venegas Gutiérrez a sospechar que probablemente fueron estrangulados.
La investigadora cree que los perros murieron como parte de un sacrificio ritual, tal vez llevado a cabo a toda prisa después de un evento traumático en la comunidad. «Tal vez los perros fueron ofrecidos después de una muerte masiva de algún tipo», explica. Lo que acabó con esas personas es un misterio. Quizás tuvo que ver con la transición entre los pueblos de la cultura Lima y los Ychsma, ocurrida en esa época, que pudo no ser totalmente pacífica.
Además de los conocimientos culturales, el hallazgo podría revelar cómo los perros se relacionaban con los seres humanos, y cómo esas interacciones pueden haber cambiado con el tiempo. Los trabajos en el subsuelo del zoo continúan, y en los últimos tiempos se han encontrado enterrados otros perros precolombinos.
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