lunes, 23 de octubre de 2017

Las ciudades se quedan sin gorriones, ¿por culpa de la contaminación?





Joaquim Elcacho
04/10/2017 10:42
http://www.lavanguardia.com

Diversos estudios científicos han alertado durante los últimos años del descenso de las poblaciones de gorriones en diversas zonas del planeta, en especial en algunas áreas urbanas y grandes ciudades. Los datos acumulados hasta ahora apuntaban que este retroceso puede estar motivado por causas muy diversas, desde la utilización de productos químicos hasta el ruido ambiental o la competencia de especies invasoras.

Una investigación difundida a través de la revista Frontiers in Ecology (edición electrónica de septiembre de 2017) por expertos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) apunta que la desaparición de los gorriones en las grandes ciudades puede estar motivado por los efectos tóxicos de la contaminación atmosférica y una dieta poco saludable. En concreto, los autores han comprobado que estos factores ambientales adversos provocan un estrés oxidativo que reduce la esperanza de vida de estas aves; una amenaza que probablemente también puede compararse a la que afrontan las personas que viven en las ciudades.

”Encontramos que los gorriones que viven en la ciudad están sufriendo más estrés que los que viven en el campo y vinculamos esto con las diferencias en la calidad del aire y la dieta”, ha indicado Amparo Herrera-Dueñas, investigadora de la Facultad de Biología de la UCM y autora principal del estudio.

Las condiciones ambientales de la mayor parte de ciudades es especialmente adversa para las aves durante la temporada de cría, cuando las hembras deben hacer frente al doble reto de combatir los efectos tóxicos de la contaminación y poner huevos saludables, teniendo como base una mala alimentación, ha explicado Amparo Herrera-Dueñas en declaraciones recogidas por el portal especializado en información científica Phys.org

Los humanos también debemos preocuparnos

“Si nuestras ciudades no son saludables para las aves, como esta sugiriendo nuestro estudio, debemos preocuparnos también como ciudadanos, porque estamos expuestos a los mismos estresores ambientales que los gorriones urbanos”, concluye la investigadora.

Para conocer el estado de salud de los gorriones urbanos, suburbanos y rurales, el equipo liderado por Herrera-Dueñas ha analizado la sangre de cientos de gorriones de áreas rurales, suburbanas y urbanas en diversas zonas de España.

”Tomamos una pequeña muestra de sangre de cada ave, de acuerdo con su peso y estado físico, y los liberamos ilesos”, explica la investigadora. Las muestras se analizaron para detectar signos de estrés oxidativo, que puede usarse para medir cuánto un factor estresante ambiental, como la contaminación, está debilitando las defensas naturales de la ave.

”Los contaminantes del aire o una dieta poco saludable pueden favorecer la formación de radicales libres, moléculas que son el subproducto de un cuerpo que funciona normalmente, por lo que nuestras células han desarrollado un mecanismo para contrarrestarlas; sin embargo, bajo condiciones exigentes, puede superar estas defensas antioxidantes, causando estrés oxidativo”, indica l autora principal del estudio. La presencia de radicales libres puede acelerar el envejecimiento de las células y, por tanto, provocar enfermedades y reducir la esperanza de vida. En seres humanos, la presencia de radicales libres se ha relacionado con enfermedades respiratorias, como el asma, así como los trastornos cardiovasculares y el cáncer, recuerda Herrera- Dueñas.

Los investigadores encontraron que los gorriones urbanos sufrieron mayores niveles de daño de radicales libres en comparación con las aves rurales. Además, las muestras de sangre revelaron que los gorriones de la ciudad estaban tratando de luchar contra estas moléculas perjudiciales, pero, en comparación con sus contrapartes rurales, sus defensas naturales tenían una menor capacidad para hacerlo.

Mejorar el entorno urbano

”Necesitamos trabajar duro para mejorar la calidad del medio ambiente urbano, por ejemplo, la calidad del aire y el diseño de zonas verdes.” Incluso las sobras que arrojamos en la papelera del parque deberían animarnos a reflexionar sobre nosotros mismos: más fruta y menos patatas fritas y galletas sería mejor para los seres humanos, y también para las aves”, aconseja Herrera-Dueñas.

”Durante este proyecto, hemos observado que la temporada de cría es particularmente difícil para los gorriones adultos, pero desafortunadamente, no tenemos información sobre el estado de salud de las crías”, indica la profesora Herrera-Dueñas a la espera de nuevos estudios que permitan conocer también la salud de los polluelos y los efectos a largo plazo de la contaminación y la mala alimentación.

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