Fuente: https://andina.pe
Hoy se conmemora el Día Internacional del Gato, el primero de las tres fechas que se celebran en el año. A propósito de esta efeméride por una de las más queridas mascotas, sabes cuántas especies de felinos silvestres, parientes de los gatos domésticos, viven en el Perú. Aquí te damos a conocer.
Los felinos silvestres cumplen un rol fundamental como depredadores, como controladores naturales de las poblaciones de primates, aves, reptiles o roedores. Si un depredador es extinguido de una zona, las otras especies incrementan aceleradamente su población y, en consecuencia, depredan más rápidamente a sus presas o a la vegetación existente, generando un desequilibrio en los ecosistemas.
En el territorio peruano habitan ocho especies de felinos silvestres, casi el 25 % del total, de las 38 que hay en nuestro planeta. Y de ellas, seis se encuentran en la lista de categorización de las especies amenazadas de fauna silvestre, según el Libro Rojo de la Fauna Silvestre Amenazada del Perú.
A continuación, conozcamos las especies de gatos silvestres que viven en Perú.
Gato andino
Conocido también con los nombres de osjollo, osjo, osqo misi, chinchay, chinachalla, titi, titire, el gato andino (Leopardus jacobita) se distribuye a lo largo de los Andes, desde el extremo sur de Áncash, en el Perú, hasta Mendoza, en Argentina. Se caracteriza por tener el pelaje gris ceniza con manchas rojizas o amarillentas y posee una distintiva larga cola bastante gruesa y con anillos de pelaje café.
El gato andino se encuentra en la categoría En Peligro de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a nivel global, y en el Apéndice 1 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
Las principales amenazas para la conservación del gato andino están relacionadas con la fragmentación, alteración y pérdida de hábitat, la caza y la reducción de las poblaciones de sus presas, pudiendo estos problemas verse agravados por la competencia con otros carnívoros y por un pequeño tamaño poblacional. Estos factores son variables en intensidad en los cuatro países rango; sin embargo, en una evaluación conjunta de estas amenazas, se estima que la caza sería uno de los principales factores de amenaza para el gato andino.
En el Perú, se ha determinado que los motivos de caza difieren según las regiones. En la región sur del país (Puno, Tacna y Arequipa) se caza a los gatos silvestres para utilizarlos en ceremonias mágico-religiosas, en danzas folclóricas y por superstición, mientras que en la región central del país se ha registrado la caza para usos medicinales, consumo (alimentación) y para reducir la predación sobre aves acuáticas, principalmente.
En julio de 2019, el Ministerio del Ambiente y el Banco Central de Reserva presentaron una moneda alusiva al gato andino, la novena que forma parte la serie numismática “Fauna silvestre amenazada del Perú”.
Gato del pajonal
Llamado también gato del desierto, esta especie de felino silvestre (Leopardus colocolo) es costero y habita en los ecosistemas del desierto, bosque seco y hasta en los manglares. Su tamaño es relativamente más grande que el gato doméstico, entre 43 a 80 centímetros, y con una altura de hasta 35 centímetros. Suele ser solitario, y posee un pelaje denso, un poco largo y de color amarillo pálido o grisáceo. Es un cazador hábil de mamíferos pequeños, aves y huevos.
En el norte de Perú, el gato de pajonal ha sido registrado en 10 localidades, seis de ellas ubicadas en bosque seco y cuatro en el desierto. Existe información que confirma su presencia en los bosques secos del Parque Nacional Cerros de Amotape; Canoas de Punta Sal; Coto de Caza El Angolo; el Caserío Chapango; el Área de Conservación Privada Yacila de Zamba; y el sector El Virrey.
También ha sido reconocido en el desierto de Sechura (Piura), en la Laguna Ñapique, en el Manglar de San Pedro de Vice, en las inmediaciones de la mina Bayóvar y en la zona reservada Illescas.
Si bien no existe un conflicto directo entre los pobladores y el gato del pajonal, hay ciertas actividades antropogénicas que indirectamente amenazan su hábitat. Entre ellas están la fragmentación y pérdida de su hábitat, la tala selectiva de árboles, la ganadería intensiva, la presencia de mamíferos domesticados (gatos, perros, cerdos, chivos y burros), los incendios forestales, la cacería furtiva y el comercio ilegal de fauna silvestre.
Tigrillo
También conocido como ocelote, este felino silvestre vive en toda la extensión del continente americano. Por lo tanto, se ha adaptado a muchos climas como bosques tropicales, bosques pantanosos y sabanas.Una de sus características morfológicas es que el patrón de las manchas y rayas de su pelaje es único para cada individuo, lo que ayuda a identificarlos. Como la mayoría de felinos, el tigrillo es nocturno, por lo que tiene una visión muy buena en la oscuridad. Además, es un excelente nadador y escalador, atributos que lo ayudan a sobrevivir en toda clase de ecosistemas y hábitats. En el Perú, habita en los bosques amazónicos densos, aunque está amenazado por el comercio y tráfico ilegal por lo que se encuentra en situación vulnerable.
Jaguar
Las mandíbulas de jaguares son tan fuertes que pueden romper el caparazón de una tortuga grande y tienen el doble de la fuerza que la mandíbula del león. A diferencia de los gatos domésticos, a los jaguares les encanta el agua y son muy buenos nadadores. El nombre jaguar viene del idioma Tupi-Guaraní y significa “bestia”.
Este felino silvestre habita principalmente en bosques con densa vegetación y cuerpos de agua, así como en zonas pantanosas, pastizales inundables y bosques secos. En el territorio peruano se localiza en toda la selva baja y premontana hasta 2,000 metros de altitud, en los departamentos de Loreto, Ucayali, Junín, San Martín, Madre de Dios, Cusco, Puno y probablemente en Pasco.
Esta especie es considerada como uno de los indicadores del estado de conservación de los bosques. Un ecosistema saludable se caracteriza por poblaciones viables de jaguares y de las presas de las que se alimenta para sobrevivir. Para los expertos en conservación, este felino es una especie ‘sombrilla’, dado que su conservación asegura la de otras especies con las que convive. El jaguar es considerado el símbolo de la lucha contra el comercio ilegal de la vida silvestre.
Puma
El puma es un cazador solitario y nocturno. Posee una gran agilidad, siendo capaz de alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en distancias cortas. Presenta una longitud corporal que puede alcanzar entre 1.5 y 2.5 metros, incluyendo su larga y gruesa cola. Y su peso varía entre los 50 y 90 kilogramos, dependiendo del sexo y la disponibilidad de alimento en su hábitat. El color del pelaje varía desde el marrón grisáceo (regiones de la costa y sierra) al marrón rojizo (regiones amazónicas). A diferencia de otros felinos, el puma no ruge, sino que emite sonidos similares a silbidos, gruñidos y chirridos para comunicarse con otros individuos.
La principal fuente de alimento del puma andino son los herbívoros de la región, como venados, guanacos y vicuñas, aunque también se alimenta de roedores y otros pequeños mamíferos.
En Perú está protegido por ley y si bien no está dentro de los animales en peligro de extinción, se le considera una especie “casi amenazada”. Se encuentra también incluido en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
Yaguarundi
Su cuerpo es largo y esbelto con miembros cortos y cola larga. La cabeza es pequeña y plana con orejas también pequeñas y redondeadas. Tiene pelaje corto y áspero, que va de pardo a negro uniforme. Sus pelos tienden a ser claros en la base y en la punta dando apariencia entrecana, y carece de manchas al igual que el puma.
El área de distribución del yaguarundi incluye el sur de Texas (Estados Unidos) y ambas zonas costeras de México, América Central y en América del Sur (excepto Chile), la región al oriente de los Andes hasta el norte de la Patagonia argentina. A diferencia de otros felinos silvestres, el yaguarundi es más activo durante el día. Se alimenta de pequeños mamíferos y aves. También caza reptiles y anfibios, y se beneficia de los peces que quedan atrapados en las orillas de los ríos y lagos. En esta especie las madres tienen de una a cuatro crías. El período de gestación es de 70 a 75 días. Alcanzan la adultez entre los dos y los tres años de edad. Se le estima una longevidad de quince años.
Margay
El margay está ampliamente distribuido por América, desde México (con un registro en Texas, EE. UU.) hasta el sur de Sudamérica. Como la gran mayoría de felinos es nocturno, arborícola y solitario. Vive principalmente en bosques y es confundido a menudo con el ocelote. Sin embargo, el ocelote tiene un tamaño y un peso mayores. Además, el margay es una de las dos únicas especies del orbe con la capacidad de rotar el tobillo para descender de los árboles con la cabeza hacia abajo como las ardillas.
El margay está considerado desde 1990 en el Apéndice I de CITES, y en la lista roja de la UICN. En Perú está catalogado como “especie con datos insuficientes” dentro de la categorización de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
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