Fuente: https://www.lavanguardia.com
Por: David Ruiz Marull
Incendios, inundaciones, erosión costera o ciclones. Desde Europa del Este hasta América del Norte, pasando por África y llegando incluso a Filipinas. El cambio climático es una amenaza de presente y no solo va a afectar a nuestra vida diaria, si no que va a poner en riesgo el patrimonio cultural de la humanidad.
“Los seres humanos han lidiado con desafíos ambientales, climas extremos y desastres naturales durante milenios. Pero la gravedad y la velocidad de los cambios actuales son nuevas y urgentes”, asegura la doctora Ania Kotarba, organizadora de un simposio en la Universidad de Flinders sobre cómo la investigación arqueológica e histórica puede aportar ejemplos de comunidades que se adaptan a cambios rápidos.
Los especialistas ya están advirtiendo que ya se han producido graves daños en antiguas obras de arte o yacimientos debido al calentamiento global (que prevé un aumento "probable" de la temperatura de más de 1,5° centígrados). Entre los ejemplos que han destacado se sitúan el arte rupestre indígena más antiguo de Australia o las "islas que se ahogan" en el Pacífico.
El seminario realizado en Australia, que cuenta con expertos llegados de todo el planeta, se centra en la adaptación a desastres naturales como las olas de calor (y los incendios asociados) y las inundaciones. No son pocos los sitios arqueológicos que se han perdido a causa de catastróficos fuegos, desertificación o el aumento del nivel del mar.
Precisamente en Australia cuentan con espacios sumergidos bajo el mar que han podido revelar interesantes detalles sobre la primera colonización de la isla. “Estos paisajes, que indican los aumentos prehistóricos del nivel global del mar, son importantes para la investigación científica”, apuntaba el doctor Peter Ross.
Y a pesar de estar bajo el agua, estos yacimientos tampoco se libran de las inclemencias climáticas. “Es posible que los ciclones tropicales hayan afectado negativamente la preservación arqueológica de áreas sumergidas en alta mar. Los ciclones son los eventos meteorológicos más devastadores que afectan a la costa de Australia, y la marejada ciclónica es la consecuencia más dañina en la preservación de los sitios arqueológicos costeros”, añadía.
El archipiélago Dampier, situado en la costa septentrional de Australia, se encuentra en una de las regiones más propensas a ciclones de todo el mundo y recibe el impacto directo de ciclones aproximadamente una vez cada dos años. Otro espacio afectado por el mismo fenómeno es un espacio indígena en Arnhem Land, en el norte de Australia.
“En 2006, el ciclón Monica tocó tierra en Arnhem Land y provocó una devastación generalizada por la parte norte de la meseta de arenisca”, añade el arqueólogo de Flinders Daryl Wesley. Derribó la mitad de los árboles en una franja de 50 kilómetros de ancho, destruyendo algunos sitios de arte rupestre. Después de eso, vino el fuego para acabar de certificar la devastación del lugar y la desaparición del patrimonio antiguo.
- Video 298: Petroglifos de aves en el sur del Perú
- Libro: Memorias del Dr. Eloy Linares Málaga. Condesuyos - La Unión
- Libro: Historia mínima de Arequipa
No hay comentarios:
Publicar un comentario