lunes, 1 de abril de 2013

Actividad: Huchuyqosqo


EL PEQUEÑO CUSCO: 27 Y 28 DE ABRIL (2013)
 
Este complejo es el más importante centro arqueológico en el valle de Urubamba, después de Ollantaytambo y Pisac. Las ruinas son impresionantes, aunque la conservación del sitio es inferior a la de Ollantaytambo o Pisac, debido a que son más antiguas.

Pero a diferencia de los lugares antes mencionados Huchuy Qosqo tiene una arquitectura peculiar: los edificios han sido construidos sobre bases de piedra pulida de fino acabado, con revoque de arcilla (son las partes mejor conservadas) y los pisos más altos están hechas en adobe.

Se observa una kallanka (recinto rectangular que podía medir hasta 70 metros de largo y que eran centros estatales de importancia donde se hospedaban los funcionarios incas) de por los menos 40 a 50 metros de largo. También un edificio notable con dos pisos de piedra y uno superior de adobe. Hay también grandes terrazas, una plaza muy amplia y una gran puerta inca por la que pasa un muy bien conservado camino que conduce desde Tambomachay.

Las crónicas hispanas refieren que Huchuy Qosqo (probablemente sitio conocido en tiempos incas como Caquia Jaquijahuana) fue obra y lugar preferido del inca Wiracocha. A esto, Maria Rostworoski añade, en su obra "Historia del Tahuantinsuyo", que este soberano afianzó la conquista sobre los pueblos del valle de Urubamba y que eligió como su sucesor a su hijo Inca Urco quien, mareado por el poder y los vicios, demostró ser un total incapaz para gobernar. La realeza inca estaba muy ofuscada con esta elección y trataron de conspirar para imponer a otro hijo de Wiracocha, el príncipe Cusi Yupanqui. El malestar social y la tensión se acrecentaban cada día y para empeorar todo cayó la noche más obscura sobre el Cuzco: los Chancas llegaron hasta las puertas de la capital y estaban dispuestos a destruirla. Es el año de 1438. Wiracocha abandona la ciudad a su suerte y, acompañado por su hijo Inca Urco, se refugia en sus palacios en el valle de Urubamba, entre los cuales estaba Huchuy Qosqo.

Después de la conquista hispana, Gonzalo Pizarro encontró aquí la momia que, supuestamente, pertenecía al inca Wiracocha y ordenó quemarla. Los descendientes del inca guardaron las cenizas en una tinaja que muchos años después descubriría el cronista Polo de Ondegardo. 


Fuente: http://www.arqueotur.org 

 Información de la actividad en nuestra página web y fotos.




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