viernes, 11 de diciembre de 2015

Guamán Poma: Cara y Sello

 



Ossio es autor de En busca del orden perdido (PUCP, 2008), exhaustivo estudio sobre Guamán Poma.

Para Guamán Poma la conquista no fue simplemente un acontecimiento histórico sino un gran cataclismo cósmico, un Pachacuti que puso el mundo al revés”, explica Juan Ossio sobre las motivos que llevaron al cronista indígena a dirigirse al Rey Felipe III en 1615.

Nacido en Suntuntu (Ayacucho) alrededor de 1634, Felipe Guamán Poma de Ayala alcanzó una buena posición social gracias a su contacto con la Iglesia. De hecho, se cree que aprendió el arte del dibujo de manos del mercedario español Martín de Murúa, autor de Historia general del Perú.

Nueva crónica y buen gobierno, su obra por excelencia, es una carta impregnada de connotaciones mesiánicas. “Él se dirige al Rey de España como si se tratase de un Inca, un monarca divino que tiene la capacidad de restablecer el orden”, añade el antropólogo y exministro de Cultura.

El documento, considerado como el más importante testimonio del dominio colonial español escrito por un indígena, está dividido en tres partes. La primera se ocupa de la época prehispánica, incluyendo los tiempos previos al incanato; la conquista y las guerras civiles y, finalmente, la administración colonial.

Luego de 400 años, el Banco Central de Reserva ha querido rendirle homenaje acuñando uno de sus célebres dibujos en una edición limitada de monedas de S/. 1. La imagen muestra a Guamán Poma acompañado por su hijo, un caballo y dos perros durante su largo periplo a Lima a fines de 1614.

Descendiendo por el nevado de Pariacaca (Junín), soportando las inclemencias del clima y llorando las desgracias de los pobladores de Castrovirreyna y Choclococha, el cronista decidió anexar sus vivencias aún cuando el documento ya estaba terminado.

Para este era urgente narrar, entre otras experiencias de abusos, el enérgico carácter del sacerdote cusqueño Francisco de Ávila, temible extirpador de idolatrías. Pero, además, su encuentro con Lima, el centro del virreinato español.

Guamán Poma consideraba que Lima era la apoteosis de ese mundo al revés que denunciaba en su extensa misiva al rey. Un lugar donde se había extendido de forma malsana el escalamiento social y el mestizaje entre indios y españoles.

“Ninguno de los pobladores se ceñía a la posición social que le correspondía; todos pretendían ser otra cosa. A él le molestaba mucho ver a indios cimarrones que se habían fugado de las encomiendas en la sierra, o a indígenas que tenían amoríos con los españoles, por eso las llamaba putas”.

Este documento, de cerca de 1,200 páginas y 400 dibujos, fue hallado en 1908 en la Biblioteca Real de Copenhague por el estudioso alemán Richard Pietschmann y fue dado a conocer a través de un facsímil hecho por el americanista francés Paul Rivet en 1936.

“No se tiene certeza de que haya llegado finalmente a las manos del rey. Pero hay indicios de que Nueva crónica y buen gobierno llegó a la Corte Española. Prueba de ello son las reproducciones que hiciera de los dibujos el nuncio italiano Camillo Massimo entre 1665 y 1666”, señala Ossio.

Se cree que por esos mismos años la crónica fue obsequiada al diplomático danés Cornelius Pedersen Lerche, quien a su vez la habría donado a la biblioteca de la capital danesa.

Actualmente, dicha institución ha habilitado un portal web donde se exhibe la obra completa de Guamán Poma, otros documentos de interés, como el expediente Prado Tello, que mediante de una compilación de documentos y peticiones legales, evidencia la desilusión del cronista frente al sistema jurídico colonial.

Una historia fascinante que comienza a abrirse paso de la mano de la antigua y misteriosa ciencia de la numismática.

Guamán Poma: Cara y Sello
César Prado
Caretas Edicion 2414
03 diciembre 2015




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