VIDA EN EL PLANETA
La lucha entre el hombre y el lobo ha sido constante a lo largo de los siglos. En este nuevo milenio, la coexistencia entre este animal y los ganaderos es complicada. Pero el lobo tiene defensores. Entre ellos, la organización ecologista WWF pide que se apliquen las leyes que ya existen para proteger a esta especie.
El lobo siempre ha tenido mala reputación. Basta con recordar Caperucita Roja, uno de los cuentos tradicionales más famosos del mundo, del que se escribieron muchas versiones. Entre ellas la del autor francés Charles Perrault (1697) y la de los escritores alemanes, conocidos como los Hermanos Grimm (1812).
En la versión original el lobo invita a Caperucita a comer la carne de su abuela que él había matado antes de que la niña llegara a la choza con una cesta de víveres.
En una de las ilustraciones más conocidas, la del grabador francés Gustave Doré, el lobo y Caperucita aparecen en la misma cama. La niña lo mira con desconfianza.
La moraleja del cuento era prevenir a los niños de encuentros con desconocidos.
El lobo también es el personaje malvado en la fábula de Los tres cochinitos, o cerditos que, en 1933, Walt Disney hizo famosa con un dibujo animado.
Este depredador ha sido utilizado durante siglos para asustar a los niños. Cuántas personas habrán escuchado durante su infancia a sus padres decirles "no te comportes mal porque viene el lobo y te come".
El lobo ¿víctima o depredador?
"El odio hacia el lobo es histórico, estamos hablando de un gran depredador, seguramente el mayor depredador que tenemos en Europa", explica Enrique Segovia, director de Conservación en WWF, España.
"Estamos hablando de un animal que compite con el hombre por la caza y que a veces ataca a los rebaños. Se estructura en manadas, su sistema social es muy complejo y además ha estado rodeado de mucha mitología por este enfrentamiento histórico", añade este especialista.
Hoy en día el duelo entre el lobo y los ganaderos está poniendo en peligro a la especie.
"Está más que demostrado que matar lobos no servirá para detener los ataques. Hay que trabajar para fomentar la coexistencia con el sector ganadero, por ejemplo desarrollando líneas de apoyo a la prevención a través de programas nacionales y regionales de desarrollo rural", aconseja WWF.
Entrevistado: Enrique Segovia, director de Conservación de WWF, España.
El lobo siempre ha tenido mala reputación. Basta con recordar Caperucita Roja, uno de los cuentos tradicionales más famosos del mundo, del que se escribieron muchas versiones. Entre ellas la del autor francés Charles Perrault (1697) y la de los escritores alemanes, conocidos como los Hermanos Grimm (1812).
En la versión original el lobo invita a Caperucita a comer la carne de su abuela que él había matado antes de que la niña llegara a la choza con una cesta de víveres.
En una de las ilustraciones más conocidas, la del grabador francés Gustave Doré, el lobo y Caperucita aparecen en la misma cama. La niña lo mira con desconfianza.
La moraleja del cuento era prevenir a los niños de encuentros con desconocidos.
El lobo también es el personaje malvado en la fábula de Los tres cochinitos, o cerditos que, en 1933, Walt Disney hizo famosa con un dibujo animado.
Este depredador ha sido utilizado durante siglos para asustar a los niños. Cuántas personas habrán escuchado durante su infancia a sus padres decirles "no te comportes mal porque viene el lobo y te come".
El lobo ¿víctima o depredador?
"El odio hacia el lobo es histórico, estamos hablando de un gran depredador, seguramente el mayor depredador que tenemos en Europa", explica Enrique Segovia, director de Conservación en WWF, España.
"Estamos hablando de un animal que compite con el hombre por la caza y que a veces ataca a los rebaños. Se estructura en manadas, su sistema social es muy complejo y además ha estado rodeado de mucha mitología por este enfrentamiento histórico", añade este especialista.
Hoy en día el duelo entre el lobo y los ganaderos está poniendo en peligro a la especie.
"Está más que demostrado que matar lobos no servirá para detener los ataques. Hay que trabajar para fomentar la coexistencia con el sector ganadero, por ejemplo desarrollando líneas de apoyo a la prevención a través de programas nacionales y regionales de desarrollo rural", aconseja WWF.
Entrevistado: Enrique Segovia, director de Conservación de WWF, España.
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