"La política de Psamético I se caracterizó por la adopción de medidas encaminadas a asegurar el dominio del país y evitar nuevos levantamientos locales. Un punto neurálgico del Alto Egipto era Edfu, al sur de Tebas. Allí nombro 'noble hereditario' a un hombre de su entera confianza, un sacerdote del Horus local llamado Nesnauiau, al que otorgó los máximos poderes de gobierno. Con ello, Psamético I pretendía no sólo controlar el sur tebano, sino también la frontera con Nubia, ya defendida por una potente guarnición militar.
Con el sur políticamente sujeto, las regiones situadas al norte tebano las confió al hombre que acompañaba a su hija Nitocris a Tebas para su nominación religiosa: el noble hereditario, general de Heracleópolis y jefe de los barcos Samtutefnajt. En líneas generales, Psamético I buscó la tranquilidad interna mediante la defensa militar y elevando el nivel económico, tanto de las clases dirigentes como del campesinado. Esto fue posible gracias a que las vías de comunicación con el sur y con los oasis occidentales habían quedado expeditas y protegidas. En la costa se había restablecido el comercio con la flota fenicia, interrumpido durante la dominación asiria. Nos consta también que favoreció especialmente a la población griega afincada en Egipto, recompensado así a los mercenarios que tanto habían contribuido a su ascensión al trono. Estos seguían integrados en las unidades militares que, aparte de soldados egipcios, también se nutrían de nubios y asirios. Esta amalgama de etnias se hizo más patente en la guarnición meridional de Elefantina, verdadera barrera de contención ante una posible incursión nubia. Para asegurar el Delta, donde las familias de las dinastías siempre eran una amenaza de insurrección, Psamético I fomento el asentamiento de nuevas colonias pobladas por antiguos mercenarios griegos.
Estos núcleos urbanos de población predominantemente egea serán el motor que impulsará nuevas actividades económicas de una importancia nunca vista hasta entonces. Los griegos del Delta, a través de la flota fenicia, serán los mediadores del intercambio comercial con los puertos griegos del Egeo. Las exportaciones egipcias, basadas principalmente en cereales, lino y papiros, tuvieron su contrapartida en el establecimiento de factorías griegas en suelo egipcio. El flujo de riqueza generado conllevó paralelamente una corriente de intercambio cultural. En este campo fue más intensa la aportación de los egipcios, pese a estar confinados en su valle, que la de los griegos procedentes del otro lado del Mediterráneo. La afluencia de viajeros, ávidos de conocer las interioridades del hasta entonces enigmático Egipto y de penetrar en su universo religioso, hizo florecer un nuevo oficio: el de guía intérprete. Aquellos lejanos precursores del turismo actual acompañaban a los grupos a través de las rutas egipcias jalonadas de antiguos santuarios. Egipto se había abierto al exterior más que nunca."
Con el sur políticamente sujeto, las regiones situadas al norte tebano las confió al hombre que acompañaba a su hija Nitocris a Tebas para su nominación religiosa: el noble hereditario, general de Heracleópolis y jefe de los barcos Samtutefnajt. En líneas generales, Psamético I buscó la tranquilidad interna mediante la defensa militar y elevando el nivel económico, tanto de las clases dirigentes como del campesinado. Esto fue posible gracias a que las vías de comunicación con el sur y con los oasis occidentales habían quedado expeditas y protegidas. En la costa se había restablecido el comercio con la flota fenicia, interrumpido durante la dominación asiria. Nos consta también que favoreció especialmente a la población griega afincada en Egipto, recompensado así a los mercenarios que tanto habían contribuido a su ascensión al trono. Estos seguían integrados en las unidades militares que, aparte de soldados egipcios, también se nutrían de nubios y asirios. Esta amalgama de etnias se hizo más patente en la guarnición meridional de Elefantina, verdadera barrera de contención ante una posible incursión nubia. Para asegurar el Delta, donde las familias de las dinastías siempre eran una amenaza de insurrección, Psamético I fomento el asentamiento de nuevas colonias pobladas por antiguos mercenarios griegos.
Estos núcleos urbanos de población predominantemente egea serán el motor que impulsará nuevas actividades económicas de una importancia nunca vista hasta entonces. Los griegos del Delta, a través de la flota fenicia, serán los mediadores del intercambio comercial con los puertos griegos del Egeo. Las exportaciones egipcias, basadas principalmente en cereales, lino y papiros, tuvieron su contrapartida en el establecimiento de factorías griegas en suelo egipcio. El flujo de riqueza generado conllevó paralelamente una corriente de intercambio cultural. En este campo fue más intensa la aportación de los egipcios, pese a estar confinados en su valle, que la de los griegos procedentes del otro lado del Mediterráneo. La afluencia de viajeros, ávidos de conocer las interioridades del hasta entonces enigmático Egipto y de penetrar en su universo religioso, hizo florecer un nuevo oficio: el de guía intérprete. Aquellos lejanos precursores del turismo actual acompañaban a los grupos a través de las rutas egipcias jalonadas de antiguos santuarios. Egipto se había abierto al exterior más que nunca."
El fin del antiguo Egipto. Página 84-85. Historia National Geographic. National Geographic. Barcelona, España - 2013.
muy interesante...
ResponderEliminar