MUNDO CIENCIA
Escuchar esta edición aquí: El peligro de las superbacterias
Difundido el 07-10-2016 Modificado el 07-10-2016 en 12:19
Por Lucile Gimberg
Algunos científicos hablan de un tsunami a cámara lenta. La resistencia a los antimicrobianos es cada vez mayor y se ha convertido en una amenaza mundial. No sólo para la salud sino también para la producción de alimentos y el desarrollo.
El problema de las superbacterias resistentes a los antibióticos es tal que en septiembre la ONU se reunió para abordar y afrontar el tema. Antes de esto, sólo tres cuestiones de salud se habían llevado ante la Asamblea de Naciones Unidas: el sida, las enfermedades no transmisibles y el ébola. La crisis actual concierne a todos los medicamentos antiinfecciosos, llamados antimicrobianos.
Las llamadas superbacterias preocupan particularmente porque resisten a una gran variedad de antimicrobianos y son más complicadas de eliminar. Hoy, se estima que la resistencia a los antimicrobianos es responsable de la muerte de 700 mil personas cada año. Y el problema va en aumento.
Las malas prácticas de prescripción y consumo de los antibióticos en la medicina humana han provocado estas resistencias, pero también el uso exagerado de éstos en salud animal. La ganadería en particular los utiliza con abundancia, incluso de manera preventiva y como promotores de crecimiento de los animales.
Se sabe además que las bacterias que se desarrollan en los animales pueden transmitirse al hombre por el agua, las heces y viajar vía las exportaciones de carne.
La ausencia de nuevas generaciones de antibióticos también ha acelerado el proceso. Hoy tenemos más dificultades para curar enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, pero también las infecciones hospitalarias o la tuberculosis.
Los gobiernos ya están sacando la cuenta. Según el Banco Mundial, se espera que la resistencia a los antimicrobianos provoque una reducción de hasta un 5% del PIB mundial y aboque a 30 millones de personas a la pobreza. En particular en los países en desarrollo.
Es urgente entonces reducir nuestro uso de antibióticos... Pero sólo una respuesta coordinada de todos los países y todos los actores será eficaz. Para ello, los dirigentes del mundo reunidos en septiembre en la ONU llamaron a gobiernos, laboratorios y consumidores a movilizarse y a seguir las recomendaciones del plan mundial establecido por la OMS.
Reducir nuestro consumo de antimicrobianos también pasa por prevenir las infecciones gracias a la vacunación, al acceso al agua potable y a servicios de saneamiento así como a la promoción de una buena higiene en los hospitales y en la ganadería. En América Latina, el desafío actual es reducir la venta de antibióticos sin receta.
Como el cambio climático o el sida, la resistencia antimicrobiana ya no es sólo un problema de salud sino una verdadera amenaza para nuestras sociedades, considera la OMS.
Entrevistados: Daniel López, investigador del Laboratorio de Biología Molecular de las Infecciones, en el Centro Nacional de Biotecnologías de España, y Pilar Ramón Pardo, asesora regional de la Organización Panamericana de la Salud sobre Resistencia Antimicrobiana.
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