Fuente: https://www.nytimes.com
Siempre es buena idea tener una alacena bien abastecida,
ya sea que quieras hacer una pasta con anchoas cuando no hay nada en el
refrigerador o no quieras ir de compras por las inclemencias del clima.
También
es cierto que una alacena con bastantes provisiones te brinda una
sensación de seguridad y control cuando las noticias provocan miedo y el
futuro es incierto. Las repisas llenas de bolsas de arroz, latas de
frijoles y botes con ajo no solo nos dan una sensación de orden, sino
que también son el inicio de muchas comidas excelentes.
La pregunta es qué debes comprar. A continuación, comparto algunas de mis estrategias para comprar con sabiduría y comer bien.
Pasta: Es
bueno tener pasta tanto larga y delgada (por ejemplo, espagueti o
linguine) como corta con textura (fusilli u orecchiette) a la mano, así
evitas que tus platillos sean muy repetitivos. Si eres fanático de las
cajas de macarrones con queso, tener un par guardadas nunca es mala
idea.
Arroz: Integral,
blanco, de grano largo o corto, siempre tengo de todos, además de
arborio para hacer risotto y arroz con leche (aquí te decimos —en
inglés— cómo preparar una olla de arroz perfecto).
Caldos y consomés:
Ya sea a base de alguna carne o de verduras, los caldos en tetra-pak
son esenciales para sopas y estofados, y son la base de las salsas
cocidas, además de que no te quitan espacio valioso en el congelador.
Frijoles: Los frijoles secos cocinados en casa
saben mejor que los enlatados, pero estos últimos son más prácticos y
rápidos de preparar que los secos. Siempre es buena idea tener de los
dos.
Carnes frías:
En refrigeración las carnes frías se mantienen durante semanas, y
añadir un trozo de jamón ahumado o salami a tu olla de frijoles le da
muchísimo sabor. Pero no olvides el tocino
Huevos: Quedan
muy bien con muchísimos platillos y, desde luego, son buenos por sí
solos. Además de que se mantienen frescos mucho tiempo en el
refrigerador.
Frutas y verduras congeladas:
Usa la fruta en licuados y las verduras en sopas, para saltear al
estilo asiático y en guisados. Soy partidaria de las espinacas,
alcachofas, col rizada, elote, habas y chícharos congelados. En cuanto a
la fruta, me gustan los arándanos azules, los frutos del bosque mixtos,
el durazno, el mango y las cerezas. (También me gusta meter plátanos
maduros al congelador, para alargar un poco su vida).
Pescado enlatado: Anchoas, sardinas, atún y salmón son los componentes básicos de muchas de mis comidas favoritas. El pan tostado con anchoas es un alimento esencial en mi casa.
Tahini y mantequilla de cacahuate:
Para hummus, para salsas, para aderezo de ensalada, para galletas, para
emparedados, para picar. Para darle un poco de variedad al asunto,
prueba usar mantequilla de cacahuate en tus aderezos para ensaladas
y tahini en tus emparedados de mermelada. Las mantequillas de almendras
y nuez de la India también son excelentes opciones para agregar a la
despensa, si te gustan más.
Parmesano y otros quesos duros:
Este tipo de quesos duran meses en el refrigerador si los compras en
bloque en lugar de rallados, o puedes guardarlos rallados en el
congelador. También puedes comprar un poco de queso sellado en cera, lo
que aumenta el tiempo que pueden almacenarse. El queso crema también es
importante para bagels y otros.
Aceite de oliva, vinagre y limones: No puedo cocinar sin ellos.
Nueces y frutas secas: Para botanear y hornear.
Harina, azúcar, levadura: Para proyectos pasteleros.
Mantequilla: Dura semanas en el refrigerador y más si la metes al congelador.
Ajo, cebollas y chalotes: Ninguna alacena está completa sin esto.
Tubérculos:
Papas, camote (o batatas), betabel, zanahorias, chirivías, nabos,
rábanos. Los rábanos y los nabos son excelentes en ensaladas y duran
semanas en el cajón de verduras del refrigerador. Si se ablandan,
sumérgelos en un recipiente con agua helada hasta que se endurezcan.
Considera el jengibre para platillos fritos asiáticos y para hacer
infusión.
Apio: Usa las hojas como hierba y los tallos en ensaladas. O úntalos con mantequilla de cacahuate o tahini para picar.
Cebolletas:
Si dejas las raíces y pones las cebolletas en un recipiente con agua en
la barra de la cocina, puedes cortar la parte verde y esta volverá a
crecer unas tres o cuatro veces. Es un truco que me enseñó mi mamá.
Especias:
Si no te acuerdas cuándo fue la última vez que compraste especias
nuevas, considera comprar otras la próxima vez que vayas a la tienda.
Las especias frescas tienen mucho más sabor que las viejas.
[Encuentra más sugerencias en nuestra guía Cómo abastecer una despensa moderna]
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