sábado, 22 de octubre de 2016

Video: Los monos silbadores son capaces de fabricar lascas concoides





El mono silbador (Sapajus libidinosus) es una de las especies con mayor habilidad en la utilización de herramientas. Diversos estudios han mostrado la precisión con la que estos capuchinos nativos de Brasil utilizan piedras para romper los cocos con los que se alimentan. Una investigación difundida el mes de julio de este año mostraba que los monos silbadores aprovechan esta habilidad manual desde hace, por lo menos, 700 años.

Un estudio publicado esta semana en la revista Nature muestra que, además, el uso continuado de piedras por parte de los monos silbadores provoca la fractura de algunas piedras en forma de lascas -fragmentos con perfiles afilados- muy parecidas a las que fabricaban y utilizaban los humanos en la Edad de Piedra.

El estudio que se presenta ahora, liderado por el profesor Tomos Proffitt, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), destaca este parecido con las lascas de fabricación humana pero detalla que, por lo que se ha observado hasta ahora, los monos silbadores no parecen fabricar estas piezas afiladas de forma intencionada, ni las utilizan específicamente como herramientas.

Los autores de la investigación consideran que, por el momento, la producción de lascas es un resultado casual de la actividad de los monos silbadores. En este sentido, plantean nuevas incógnitas sobre el origen real de piezas similares en la cultura humana. Quizás las primeras herramientas de los humanos también fueron resultado de una casualidad, insinuan los expertos.

Además, los resultados de esta nueva investigación muestran que los primates modernos pueden producir lascas y núcleos arqueológicamente identificables con las características que se pensaban que eran exclusivas de los homínidos, según destaca la agencia Sinc.

“En la última década, diversos estudios han demostrado que el uso y la producción intencionada de láminas afiladas no están necesariamente vinculados a los primeros seres humanos, al género Homo, que son nuestros parientes directos, sino que también fueron utilizadas y producidas por un rango más amplio de homínidos”, explica Tomos Proffitt, investigador principal del trabajo y científico en la Escuela de Arqueología de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

“Esto no quiere decir que el material arqueológico más antiguo en África oriental no lo hicieran los homínidos. Sin embargo, el hallazgo plantea cuestiones interesantes sobre cómo se desarrolló esta tecnología de herramientas de piedra antes de que aparecieran los primeros ejemplos en el registro arqueológico”, señala Proffitt, para quien este descubrimiento desafía las ideas anteriores sobre el nivel mínimo de complejidad cognitiva y morfológica necesario para producir numerosas lascas concoides.

Fábrica de herramientas o simple casualidad

Las observaciones que se presentan ahora en Nature indican que los monos silbadores seleccionan de forma individual cantos de cuarcita redondeada, y usando una o las dos manos golpean enérgica y repetidamente la piedra como si fuera un martillo contra otras rocas situadas en un acantilado.

La actividad de estos monos provoca que, en algunos casos, la superficie de la piedra sobre la que se golpea se aplaste, y la que sostiene la mano se rompa. Los autores del nuevo estudio examinaron 111 fragmentos de piedras recogidos en la zona donde trabajan los monos silbadores, algunas de las cuales tenían forma de lascas.

Cerca de la mitad de las lascas mostraban fracturas concoidales (con forma curva), asociadas con la producción de lascas por parte de los homínidos. Aunque otros monos capuchinos y macacos japoneses son conocidos por golpear piedras las unas contra las otras, el estudio subraya que los monos silbadores de Brasil son los únicos primates salvajes con la intención de romper las piedras, según recuerda la información difundidad por Sinc.

“El hecho de que hayamos descubierto monos que sean capaces de crear herramientas a partir de piedras afiladas nos hace pensar sobre la evolución del comportamiento y sobre cómo atribuimos la autoría de los artefactos”, dice Michael Haslam, coautor del estudio y líder del proyecto Primate Archaeology (Primarch) de la universidad británica.

Sin embargo, mientras el hallazgo revela que los humanos no son los únicos en crear esta tecnología, “la manera en la que la usan parece seguir siendo muy diferente a la de los monos”, concluye el científico. JEC

http://www.lavanguardia.com/

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