CONSEJO ECOLOGICO 006:
AJUSTA
¿Qué está pasando?
Habitualmente utilizamos el poder que tenemos a nuestra disposición para regular la temperatura en casa con un sencillo toque de botón o giro de dial. En verano ponemos el aire acondicionado a 20 grados para poder dormir bajo una mantitao sentirnos frescos al entrar a casa, y en invierno la temperatura está a 30 grados para poder ir con camiseta dentro de casa y olvidarnos del mal tiempo que hace fuera. sin embargo, nuestro organismo no está hecho para adaptarse a estos cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior, y un golpe de aire frío, demasiado calor o níveles bajos de humedad pueden debilitar nuestras defensas. Tampoco nos damos cuenta de que por cada grado que cambismos la temperatura, aumenta o reduce el gasto de energía hasta casi un 10%. Muchas veces no sabemos ni la temperatura de la habitación en la que estamos y no tomamos las medidas a nuestra disposición para sentirnos más a gusto en un ambiente más sano.
¿Cuál es la solución?
El primer paso es saber la qué temperatura hace en casa para poder mantener una temperatura razonable y saludable. Se nos recomienda mantener la temperatura de casa entre 22-25 grados en verano, y en invierno entre19-22, dependiendo de la edad y salud de las personas que viven en nuestro hogar. Por la noche normalmente no hace falta tanto control de temperatura y se puede dar un descanso a los sistemas de calefacción bajando la temperatura hasta 15-18 grados en invierno apagando el aire acondicionado en verano. Cada grado del termostato cuenta para nosotros y el planeta, al igual que las pequeñas decisiones que tomamos, como qué tipo de ropa llevamos, como decoramos la casa y cuando abrímos las ventanas. Controlar la temperatura cuando no estamos en casa o por la noche también reducirá una gran parte del consumo inncesario de energía.
¿Cómo lo hago?
- Comprueba la temperatura interior de tu vivienda con un termostato o termómetro. El comedor o salón son los lugares ideales para colocarlo, a una altura no mayor de 1,5 metros.
- Lleva la ropa apropiada y ponte un jersey o una camisa ligera antes de regular el termostato.
- En verano aprovecha la ventilación cruzada, usa ventiladores para crear una brisa refrescate y dar la temperatura de hasta 5 grados menos.
- En invierno, las alfombras y mantas te protegerán del frío. Baja la calefacción al mínimo por la noche y cuando no haya nadie en casa. Si hay una habitación desocupada, apaga el radiador y cierra la puerta.
- Bajas las persianas y cierra las cortinas por la noche en el invierno para aislar mejor las ventanas y ábrelas durante el día para que el sol caliente interior de la vivienda. Haz lo contrario en verano para mantener la casa fresca.
- Mantén los aparatos de calefacción y aire acondicionado limpios y sin obstrucciones. Cambia los filtros del sistema según instrucciones y saca el aire de los radiadores cuando sea necesario.
- Cuando el sistema de calor o frio esté en marcha, mantén una temperatura interior razonable y saludable.
- Instala un termostato programable para ajustar la temperatura de la casa automáticamente en horas específicas. El termostato es fácil de instalar y se rentabiliza en menos de un año.
LOS BENEFICIOS
Para ti:
- Ahorro económico.
- Ambiente más sano.
Para el planeta:
- Menos contaminación.
- Ahorro de los combustibles fosiles.
¿SABIAS QUE...?
- La huella digital no es la única huella que dejamos por todas partes. Para calcular tu huella de carbono, saber cuánto CO2 produces con tus acciones y como reducirlo, utiliza la calculadora de carbono oficial de la UE. Con unos sencillos cambios cotidianos que ni siquiera notarás, el impacto positivo sería enorme.
Fuente: Eco Chic - Pequeños gestos para cuidar de ti y de tu planeta. Páginas 46-49. Margaret Fenwick. Prólogo de Jane Goodall. Ediciones Planeta Madrid S.A. 2010.
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