Fuente: https://elcomercio.pe
Todo comenzó en Argentina. A Diana Cacsire le regalaron unas cuantas hojas de suculenta para cultivar. Al poco tiempo, ya tenía en su hogar como 20 de estas plantas. Al retornar al Perú decidió seguir con ese pasatiempo, que se volvió como un vicio para ella. Hoy tiene en su azotea alrededor de 200 plantas, desde ornamentales hasta hortalizas, incluso una carnívora.
No importa el poco espacio que uno tenga en casa, se puede armar un biohuerto. El primer paso es la ubicación. Tiene que ser un lugar donde haya luz solar directa –que no tenga mucha proyección de sombra– y que sea lo suficientemente grande para colocar mínimo una o dos macetas.
“Si es la primera vez que uno va a hacer este tipo de proyecto, debe elegir plantas que crezcan fácilmente y no demoren mucho en crecer. Algunas opciones recomendadas son los rabanitos, la acelga, la caigua y plantas aromáticas (albahaca, culantro, perejil, menta, hierbabuena y toronjil). Los nabos y las beterragas pueden tomar un poco más de tiempo. Las vainitas, el zapallito italiano y las zanahorias demoran entre de dos a tres meses”, dice a El Comercio Saray Siura, jefa del Programa de Investigación en Hortalizas de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Diana considera su azotea como una sala de experimentación no solo por
el hecho de cultivar diversas especies, sino por los recipientes que
usa. Con el objetivo de reciclar todo material que llega a sus manos, y
gastar la menor cantidad de dinero posible, ha utilizado objetos como
un zapato para un bebe, un envase de pollo a la brasa, baldes de
pintura, una olla, botellas plásticas y hasta ha probado en pequeña
escala técnicas de jardines verticales. Hay que ser creativos pero siempre teniendo en cuenta las necesidades de la planta.
“El tamaño ideal de un recipiente varía. En una maceta chica uno puede tener ahí plantas aromáticas. Lo más importante es la profundidad. Recipientes de 20 a 30 centímetros de profundidad son los ideales para preparar bien las mezclas de tierra y para que crezcan sin problemas las raíces de plantas como zanahorias, vainitas, brócoli, col, rábanos. Es también importante colocar orificios en la base de los recipientes para drenar el exceso de agua. El agua empozada mata la raíz”, explica Siura.
Respecto al sustrato –el suelo donde se colocarán la semilla–, debe tener bastante abono orgánico, como el compost y el humus de lombriz. Esto mejora la capacidad del suelo y le da vigor a las plantas para que crezcan sanas. La idea es tener un suelo que no pese mucho. Algunas proporciones adecuadas de sustrato son: mitad de musgo y mitad de tierra de jardín; y compost, tierra de chacra y un poco de tierra preparada.
El riego de las plantas tiene que ser, sobre todo, paciente, lo más lento posible. No hay que olvidar que las semillas y las raíces están en la superficie. El agua tiende a irse siempre hacia las capas más profundas. Hay que tratar de que esté húmeda la parte superficial.
Tener una planta, un biohuerto, no tiene por qué ser caro. Hay cosas en casa que podemos hacer germinar. Además, es posible armar nuestro biohuerto reciclando materiales que botamos a la basura. Lo que cuesta es tiempo y mucho esfuerzo.
MÁS INFORMACIÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario