CONSEJO ECOLOGICO 013:
Conserva
¿Qué está pasando?
Conserva
¿Qué está pasando?
El agua entra de forma limpia y pura por los grifos de casa, pero no se va por los sumideros de igual manera. Se va acompañada de todo tipo de prodcutos de limpieza e higiene personal; detergente y disolventes, aceitesy grasas que utilziamos todos los días. Además, nuestro organismo es un filtro increible y los medicamentos y toxinas que elimina también pasan por las tuberías del retrete acompañando al agua. Todo va a los centros de depuración, donde se eliminan las toxinas y desechos para su reutilización en forma de riego para jardines y parques, baldeo de calles, usos industriales o para su devolución directa a la tierra.
El problema es que, a pesar de la modernización del ciclo del agua en España en los últimos veinte años, se han descubierto que las depuradoras no siempre eliminan todo y pequeñas cantidades de fármacos y toxinas son enviadas indirectamente a las fuentes naturales de agua. Varios estuidos han encontrado niveles muy bajos de antibióticos, antibacterianos, anticonceptivos, antiinflamatorios y otros fármcaos en los ríos y, aunque sean pequeñas cantidades, se esta notando el efecto acumulativo en organismos acuáticos y en el ecosistemas. Los científicos expresann su preocupación por el efecto que podrán tener en nuestro salud a medio y largo plazo si van subiendo en la cadena alimentaria creando la bioacumulación o si entran por el suministro de agua. El agua pura y sana es la base de la vida sana, conservar su calidad pura es imprescindible.
¿Cuál es la solución?
Aquí tenemos otra vez la posibilidad de conseguir una vida más sana y un planeta más sano: ya que está en nuestras manos decidir que productos usamos, cómo los consumimos y dónde los desechamos. Muchas veces es solo cuestión de tirar ciertos desechos a la basura o reciclarlos en lugar de tirarlos por el desague o por el retrete. También podemos elegir los productos menos contaminante u solo utilizar las cantidades necesarias para reducir acumulaciones innecesarias. Controlemos el agua que se va por las tuberías hasta el centro de depuración, y con un poco más de conciencia y unos sencillos esfuerzos, el ciclo del agua será más puro y mejor.
¿Cómo lo hago?
Aquí tenemos otra vez la posibilidad de conseguir una vida más sana y un planeta más sano: ya que está en nuestras manos decidir que productos usamos, cómo los consumimos y dónde los desechamos. Muchas veces es solo cuestión de tirar ciertos desechos a la basura o reciclarlos en lugar de tirarlos por el desague o por el retrete. También podemos elegir los productos menos contaminante u solo utilizar las cantidades necesarias para reducir acumulaciones innecesarias. Controlemos el agua que se va por las tuberías hasta el centro de depuración, y con un poco más de conciencia y unos sencillos esfuerzos, el ciclo del agua será más puro y mejor.
¿Cómo lo hago?
- Utiliza las cantidades mínimas recomedadas de detergentes, disolventes y productos de limpieza.
- Elige productos detergentes y productos de limpieza ecológicos con ecoetiqueta o recetas caseras de limpieza.
- En vez de suavizante para la ropsa, utiliza media taza de bicarbonato sódico o un cuarto de taza de vinagre blanco durante el aclarado.
- Toma medicamentos unicamente cuando sea necesario y recetados por un médico. Consulta al farmaceútico para desecharlos apropiadamente.
- Utiliza papel higiénico blanco y reciclado, que está libre de tintes y lejía.
- lleva la pintura y disolventes sobrantes al punto limpio, nunca hay que tirarlos por el sumidero.
- Pon un cubo de basura al lado del inodoro. Compresas, tampones, tiritas, gasas, pañales y todo lo demás, slavo el papel higiénico, deben ir al cubo de la basura.
- En lugar de los desatascadores químicos, echa media taza de bicarbonato por el desague, vierte una taza de vinagre encima y tápalo cinco minutos, luego vierte 2 litros de agua hervida por el desague. Funciona igual de bien y es cero contaminante.
- El aceite no debe ir por la tuberías, contamina el agua en las depuradoras e incrementa sustancialmente el coste de la depuración. Se puede tirar a la basura orgánica, pero lo ideal es llevarlo a los puntos de recogida en ciertos supermercados, colegios, ayuntamientos o puntos verdes.
- Compra jabones y productos de aseo personal con base vegetal, con ingredientes naturales y evita los ingredientes antibacterianos como triclosán.
LOS BENEFICIOS
Para ti:
- Mejor calidad del agua.
Para el planeta:
- Menos contaminación.
- Protección de recursos naturales.
¿SABIAS QUE...?
El plástico biodegradable.
Las bolsas hechas de fécula de patata, los envases de farfolla de maíz, los vasos transparentes de maicena, el plástico biodegradable, o bioplástico, estan cada día más presentes ¿Pero es la solución perfecta que todos esperábamos?.
El bioplástico hecho de fuentes de biomasa como el aceite vegetal o la caña de azúcar que después de un cierto tiempo y bajo condiciones específicas de compostaje (humedad, temperatura y oxigeno) se biodegrada. Aunque fabricar bioplástico requiere menos energía y contamina menos que el plástico a base de petróleo, también viene acompañado de sus propios problemas.
Si el bioplástico al final de su vida no va a una compostadora donde se dan las condiciones ideales para biodegradarse, muy probablemente terminará en un vertedero (o al lado de una carretera o en el mar), pudiendo tardar años hasta que el material desaparezca. Además, estos nuevos plásticos no son reciclables y dificultan el proceso de reciclaje de envases. Muchos consumidores confunden el bioplástico con el plástico normal y lo reciclan con el resto de los envases, arruinando desafortunadamente todo el lote de reciclaje. No hay que olvidar que la tierra, los recursos y materia prima que se utilizan para fabricar el bioplástico también podrían servir para alimentar la población creciente, como biomasa para satisfacer nuestra demanda energética o simplemente para nutrir los suelos de manera más natural.
Al fin y al cabo, la mejor solución, como siempre, es reducir y reutilizar. Opta por las bolsas, las botellas y los envases reutilizables.
Fuente: Eco Chic - Pequeños gestos para cuidar de ti y de tu planeta. Páginas 77-80. Margaret Fenwick. Prólogo de Jane Goodall. Ediciones Planeta Madrid S.A. 2010.
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