sábado, 26 de noviembre de 2011

Parte XIV: Vuelta al Alpamayo


LA VUELTA AL ALPAMAYO

TERMINAMOS LA VUELTA


Ruta del último día, en azulito las aguas termales


De Llamacorral a Cashapampa, que es el pueblo en donde concluye la caminata, estimamos unas 3 a 4 horas de bajada, la movilidad estará esperándonos a las 12, por eso que salgamos a las 9 de la mañana, sin mucho apuro es adecuado.


Buena señalización , solo se puede ir al baño y acampar


A pesar de ser el último día, Paulino siempre apurándonos, realmente es alguien muy responsable que nos ha apoyado durante toda la ruta, finalmente nos despedimos del último campamento en Llamacorral, sintiendo con las comodidades que ya se tienen allí, nuestro retorno a la civilización.


Desde Llamacorral, el río y la quebrada Santa Cruz


Comenzamos a caminar por la pampa, observando los últimos nevados por alguna quebrada a nuestra derecha o izquierda, esa pampa poco a poco va estrechándose convirtiéndose en una quebrada, y dando lugar a que vayamos paralelo cerca del río, que nos ofrece nuevos y últimos espectáculos con el cambio de vegetación a su vera.


El Pumapampa, salvo Manuel me corrija


Artur nos dice sorprendido, vean esa roca que sobresale como una plataforma en el cerro, es parecida a la de: the lion king ….. y no recuerda el nombre en español, haciendo un esfuerzo y después de que lo repite entendemos lo que nos dice en inglés y le decimos, aaaaa, la plataforma que se ve en la película del Rey León.


Foto de Artur: La roca del Rey León


Ciertamente, es una gran roca que sobresale a mitad del cerro, y que se asemeja mucho a la que se ve en la película en donde se para el valeroso león, en fin, muy lejos para subir y pararnos allí, pero aprovechamos de realizar una de nuestras últimas fotos, antes de que se nos acaben todos los pares de pilas que llevamos.


La última foto, y salió un poco oscura


Después la quebrada se estrecha más y se convierte en una especie de pequeño cañón, cuya margen izquierda tiene un camino de herradura terroso y pedroso, por el cual comenzamos a descender rápidamente, viendo el sufrimiento de las personas que recién empiezan su aventura subiendo por allí.


Nueva vegetación junto al río


No queda mucho por recorrer, ni mucho por contar, los recuerdos son muchos, las fotos se nos acabaron, y poco a poco vemos como se abre la quebrada hacia el valle, estamos llegando, una puerta anuncia nuestra salida y un letrerito que indica hacia el pueblo de Cashapampa nos conduce hacia él.


Foto de Artur: Salida final de la caminata


A la 1 de la tarde ya está Paulino con la movilidad esperándonos, las cosas están en el carro, y los más hambrientos no se resisten ante el pollito que vendía una señora, envuelta sus ollas en mantas para que se mantenga caliente la comida.

Hacemos nuestro registro de salida (no había control por donde ingresamos), agradecemos haber tenido la autorización firmada por el Jefe del Parque Nacional Huascarán, que nos exoneró del pago, y conforme habíamos coordinado, subimos en la movilidad rumbo a las aguas termales de Huancarhuás.


Una de las pocas caídas de agua en la parte final del camino


Curiosidades, no sólo en el congreso discuten, estas aguas termales tienen una piscina y vestuarios con instalaciones que ahora están semidestruidas, nos cuentan debido a que la municipalidad y los comuneros querían administrarla, finalmente discutieron y nadie se hizo cargo originando que las instalaciones que datan de hace unos 5 años más o menos estén abandonadas y sucias a pesar de que el agua termal llega al lugar, obligando a que los visitantes vuelvan a bañarse igual que la gente del lugar, en la quebrada, en pozas naturales, en donde disfrutamos mucho, pues un arroyo de agua fría va por el costado y hay lugares donde uno puede incluso bañarse.


Foto de Artur: Aguas termales de Huancarhuás


Paulino nos sorprende, cambio total de vestimenta, peinado, jajaj casi irreconocible, de allí enrumbamos a Caraz, pero son casi las cuatro y hay que comer algo, nuestro almuerzo de despedida en un restaurant que Paulino nos recomienda, bastante simpático, y que además de llenarnos, nos permitió hacer el último brindis, y que Artur nos tomé las últimas fotos con su lagunita. 


Foto de Artur: Almuerzo de despedida, nadie voltió para la cámara, jaja teníamos hambre


En fin, hemos vuelto a la civilización, nos vamos a Caraz y allí nos despedimos, Hugo Paulino y su hermano dueño de la movilidad, vuelven al lindo pueblo de Hualcallán, con Manuel y Luis nos quedamos esa noche en la casa de mi prima Bety, mientras que Artur y Juan Carlos toman el carro hacia Huaraz, adiós amigos, hasta la próxima será. 


Hugo Paulino y Artur, los que más lejos de Lima estarán

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