"Entre los conjuntos o complejos arqueológicos tardíos que se han conservado en la ciudad de Lima, Mateo Salado destaca por su monumentalidad. Sin embargo, esta no puede ser entendida sin una visión integral de la zona y, sobre todo, de la técnicas y procesos constructivos que originan tal monumentalidad y a partir de los cuales haremos ahora algunas interpretaciones sobre la sociedad que lo logró.
La inversión en mano de obra en Mateo Salado fue notoriamente alta, aunque asociada a procedimientos de construcción cada vez más rápidos y que en la Piramide E llegaron incluso a la improvisación. El alto grado de movilización laboral en tiempos tardios ha sido usualmente interpretado por los arqueólogos como indicador de presencia inca. Más aún, Mateo Salado era considerado un sitio del Horizonte Tardio. Las evidencias obtenidas hasta el presente corroboran la presencia inca en Mateo Salado, pero ponen de realce también que mucha de la arquitectura monumental se remonta al Intermedio Tardío y, más aún, que las piramides A y B pudieron estar total o parcíalmente abandonadas a la llegada de los incas. Pensamo que el obtener fechados radiocarbónicos será clave para comprobar esta primera apreciación y ayudar a un mejor entendimiento del tránsito del Intermedio Tardío al Horizonte Tardío en esta zona del Rimac.
Por otra parte, creemos que es posible plantear una coexistencia por lo menos parcial entre el sector extramuros de Maranga, Huaca Huantille y Mateo Salado, ya que hasta donde la información publicada lo permite constatar comparten una asociación al estilo Ychsma Medio, del Intermedio Tardío. Refuerza esta idea el que Huaca Tres Palos, la pirámide ychsma principal de Maranga tendría una ocupación continua desde fines del Horizonte Medio, que se imbricaria por lo tanto con la de Mateo Salado, y que en estas zonas arqueológicas no parecen haber sido ocupadas brevemente pues no todos los edificios de un mismo conjunto fueron construidos de manera simultánea sino sucesiva. Para el caso, y según lo avanzando por nuestras investigaciones, la Pirámide E fue posterior a la Pirámide A.
Se connota de este modo una intensa dinámica social y política expresada en el surgimiento y desarrollo de centros administrativos - ceremoniales en un espacio geográfico relativamente restringido, como es la margen izquierda del valle del bajo Rimac. La coexistencia de estos centros se habría sustentado en el establecimiento entre ellos de mecanismo de complementariedad económica (intercambio de productos) pero también de competencia por poder y prestigio fundamentados en una mayor capacidad para la captación y movilización de mano de obra. Por supuesto, es muy poco probable que todos los centros se hayan originado o alcanzado su máximo crecimiento al mismo tiempo, sino que debieron darse vaivenes y reacomodos de poder por los cuales algunos de estos ganaron protagonismo a expensas del decaimiento de otros. Una hipótesis de trabajo que podemos plantear a respecto es que a la llegada de los incas a Lima, Mateo Salado habría ya perdido preponderancia, en tanto que Maranga tenía el rol político gravitante en esta zona de la margen izquierda baja del Rimac. Elló motivo que los cusqueños optaran por establecer su administración en este último centro, reformándolo de acuerdo a sus intereses y reorganizándolo como un ushnu. La presencia de ofrendas Horizonte Tardío en la Pirámide B, demostraría que los incas reservaron a las dos pirámides mayores de Mateo Salado los rituales que estas merecían por su antiguo prestigio."
Mateo Salado, una gran complejo arqueológico tardío en la ciudad de Lima. Pedro Espinoza Pajuelo. Páginas 96-107. Revista Arkinka. Año 17 - N° 215 - Octubre 2013.