Uno
de los mayores retos de Daniel Gianoni fue fotografiar Los funerales de
Atahualpa (1867), de Luis Montero, una obra descomunal de más de tres
metros de alto y cinco de largo, que es considerada una de las más
importantes de nuestra historia republicana.
Gianoni,
quien se ha especializado en la fotografía de piezas artísticas,
recuerda que necesitó realizar dos sesiones para capturar la totalidad
del enorme lienzo. “Las dificultades fueron propias de la envergadura
del cuadro y también por la cantidad de detalles que tiene. Montero lo
hizo con tanto esmero y dedicación que cuando uno se acerca al cuadro
sigue encontrando detalles que no se ven a la distancia”, explica. Si
uno quiere apreciar en toda su magnitud el cuadro de Montero, puede ir
al segundo piso del Museo de Arte de Lima (MALI), en el Paseo Colón,
donde se exhibe su colección permanente.
Pero
también puede, desde su celular, tableta o computadora, ingresar al
Archivo Digital de Arte Peruano (Archi), que contiene un banco de
imágenes de más de 20.000 obras, entre las que se encuentra gran parte
de la colección del MALI, así como de otras instituciones como el Museo
de Arqueología, Antropología e Historia, el Museo de la Nación, el Museo
de la Cultura Peruana, colecciones particulares, piezas de colecciones
de bancos y piezas de Palacio de Gobierno. La base del Archi está, sin
embargo, en el archivo de Gianoni, quien desde hace 35 años se dedica a
fotografiar pinturas y piezas de arte. Muchas de ellas son de obras que,
lamentablemente, han desaparecido, ya sea por robos o porque los
espacios donde se encontraban —museos o templos— se incendiaron. “Al
poco tiempo de haber hecho el registro del altar mayor y de la fachada
de un templo de las afueras de Ayacucho, me enteré por las noticias de
que se había incendiado”, cuenta el fotógrafo.
Justamente,
una de las características de un archivo digital es que permite que
generaciones futuras puedan acceder a obras y documentos perdidos o
desaparecidos. Otra es que puede ser visto desde cualquier dispositivo
conectado a internet.
—Un contorsionista —
Las
mejores piezas que resguarda el MALI —como El contorsionista de
Puémape, de la cultura Cupisnique (1500-500 a. C.); El vigía, de la
cultura Moche (300-500 d. C.); La Virgen de la Leche, de Mateo Pérez de
Alesio (ca. 1604/1583); o La santusa, de José Sabogal (1928)— están
ahora al alcance del público en la pantalla de un celular. Gracias al
proceso de digitalización, el espectador tiene la posibilidad de hacer
zoom y descubrir detalles insospechados en cada obra o puede descargar
información valiosa como el año de creación, la procedencia, la autoría,
etc., lo cual puede servir a estudiantes e investigadores. Una de las
últimas colecciones digitalizadas han sido los textiles prehispánicos
del Museo de Arqueología, Antropología e Historia. La perfección de los
mantos paracas también puede ser apreciada con un clic.
—Creando identidad—
El
Archi es una plataforma creada en 2016 y contiene un banco de 200.000
imágenes, pero no todas están disponibles al público que solo puede
apreciar un 10% de este acervo. Para que las imágenes estén disponibles
se requiere de un trabajo previo de investigación. “Muchas imágenes
están en bruto, no sabemos el título, no tenemos la medidas o la
ubicación, por eso necesitamos catalogarlas, describirlas para recién
levantarlas a la plataforma”, nos comenta Jesús Varillas Cuevas, jefe de
Biblioteca y Archivo del MALI. Desde el altillo de la biblioteca,
Varillas y su equipo trabajan imagen por imagen. Los libros son sus
mejores aliados. Con un potente escáner, pueden también digitalizar
delicadas fotografías que guardan en papel. Uno de los principales
objetivos del Archi es que todo este material no se quede solo en la
nube, sino que todas las personas puedan tener acceso a él y hacer uso
de sus beneficios. Son 3 mil años de historia los que resguarda. “Nos da
una idea de lo rico que es nuestro patrimonio, es abundante y podemos
ver todo lo que hemos ido generando durante el paso de los años”,
explica Varillas. Lucía García, gerente de Proyectos Culturales de la
Fundación Telefónica cree que Archi es la plataforma ideal para entender
el valor del patrimonio peruano: “Son las posibilidades que ofrece la
tecnología; nos permite querer más lo que tenemos”, comenta. Pero la
digitalización ofrece también otras ventajas. “Lo interesante es asociar
las imágenes digitalizadas con artículos, publicaciones, información,
propuestas pedagógicas, fichas para profesores, vocabularios, etc.”,
dice García. Lo que se busca es lograr la mayor interacción posible con
los usuarios. Agregar, por ejemplo, enlaces que los lleven a diversos
materiales audiovisuales a la altura de las nuevas tecnologías. “Es
importante —agrega García— que un estudiante pueda entrar y encontrar
una buena guía y un buen recorrido, y que no se pierda en cientos de
imágenes que para el mundo académico es ideal, pero para otro público
quizás no siempre sea entendible”.
—Redes y usuarios—
En
su camino a la digitalización, el MALI también debe adaptarse a los
cambios de la sociedad y las nuevas tecnologías, y su director Bartomeu
Marí lo sabe. Incluso sentencia: “La figura del visitante del museo que
es silencioso y pasivo se ha acabado. Estamos en un mundo en el que la
gente va a los museos a descubrir e interactuar. Si bien la razón
tradicional son las obras de arte —y esto permanecerá—, la manera en que
la gente se relaciona con ellas ha evolucionado mucho”. Bartomeu
también quiere que el MALI ingrese con fuerza a las redes sociales como
actualmente lo hacen los grandes museos del mundo. Y comparte con
nosotros que una de sus prioridades es “rehacer completamente la manera
cómo (el museo) se comunica con sus usuarios cercanos o remotos a través
de las redes sociales y las tecnologías digitales. No será inmediato
pero le estamos dedicando una atención y cariño especiales”, dice. A
pesar de todo lo dicho, él no cree que la tecnología sustituya la
realidad. Ir a un museo seguirá siendo una experiencia única e
irreemplazable.
En la web: En www.archi.pe se pueden descargar imágenes con fines educativos. Para solicitarlas en mayor resolución se debe enviar un correo a archi@mali.pe.
Archivos recientes. La colección de mantos del Museo de Arqueología, Antropología e Historia acaba de ser ingresada a la web.