La obsidiana procedente de la Sierra de Pachuca constituyó el 90%
de los
objetos ceremoniales mexicas excavados en Tenochtitlan. En la
foto, artefacto de obsidiana del altiplano mexicano, c. 1200 a 1500 d.C.
Fuente: https://www.dw.com
Por: FEW (EFE, PNAS, Science)
El comercio de obsidiana fue un elemento fundamental del Imperio
mexica (azteca), indica un estudio que analiza artefactos de este
material y sugiere la existencia de una economía sofisticada basada no
solo en la conquista, sino también en activos intercambios a larga
distancia, incluso con Estados rivales. El estudio –que publica PNAS, se enmarca en el Proyecto Templo Mayor y lo encabeza la Universidad de
Tulane (EE. UU.)– arroja nueva luz sobre las redes económicas, los
rituales y la influencia política del Imperio mexica.
Artefactos de obsidiana en el Templo Mayor de Tenochtitlan
Los investigadores analizaron 788 artefactos de obsidiana de entre
1375 y 1520 d.C. excavados en el Templo Mayor de Tenochtitlan, núcleo
del Imperio mexica situado en la actual Ciudad de México. La obsidiana, un vidrio volcánico utilizado para herramientas y
objetos ceremoniales, fue una de las materias primas más importantes en
la época precolombina que, según los investigadores, se desplazaba por la antigua Mesoamérica. A pesar de que los términos azteca y mexica se usan en ocasiones como
sinónimos, no son lo mismo, ya que estos últimos se habrían separado de
los primeros para establecerse y crear Tenochtitlan.
Rutas comerciales y usos de la obsidiana mesoamericana
Los arqueólogos descubrieron que, aunque los mexicas utilizaban
principalmente obsidiana verde procedente de la Sierra de Pachuca,
también la compraban de al menos otros siete lugares, incluidas regiones
más allá de sus fronteras políticas, como Ucareo, en el territorio
purépecha, al oeste de México.
"Los mexicas preferían la obsidiana verde, pero la gran diversidad de
tipos usados, principalmente en los artefactos no rituales, sugiere que
las herramientas de ese material procedían de fuentes que llegaban a la
capital del imperio a través del mercado”, destacó Diego
Matadamas-Gomora, de la Universidad de Tulane y primer firmante del
artículo.
El análisis demostró que casi el 90 % de los artefactos de obsidiana
de la muestra estaban hechos con la procedente de la Sierra de Pachuca,
en especial los objetos ceremoniales como armas en miniatura, joyas e
incrustaciones de esculturas.
Una porción menor, pero significativa, procedía de lugares como
Otumba, Tulancingo, Ucareo y El Paraíso, algunos de los cuales se
encontraban fuera del control del Imperio mexica.
Estos materiales se usaban más para la producción de herramientas y
el relleno de la construcción, lo que indica que estaban disponibles
para la población en general a través de los mercados locales en lugar
de estar estrictamente controlados por el Estado, según
Matadamas-Gomora.
Evolución del uso ceremonial y cotidiano en la sociedad mexica
El estudio también analizó la evolución del uso de la obsidiana a lo
largo del tiempo, desde las primeras fases de la ciudad, en torno a 1375
d.C., hasta su caída en 1520 d.C. Durante las primeras fases del imperio, apareció una mayor diversidad
de fuentes de obsidiana, tanto en objetos rituales como cotidianos.
Una vez consolidado el poder de los mexicas, hacia 1430 d.C., la
obsidiana para fines rituales pasó a proceder casi exclusivamente de la
Sierra de Pachuca, lo que sugiere una creciente estandarización
religiosa y un control centralizado. "Este tipo de análisis composicional nos permite rastrear cómo la
expansión imperial, las alianzas políticas y las redes comerciales
evolucionaron a lo largo del tiempo”, dijo Matadamas-Gomora.
Los autores utilizaron la fluorescencia de rayos X para analizar la
composición geoquímica de los artefactos, que incluían objetos rituales y
fragmentos de hojas prismáticas y lascas probablemente utilizadas para
actividades no rituales.
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