Con un combate entre flamencos, el peruano Pedro Jarque Krebs resultó ganador absoluto del concurso británico En el zoológico de Madrid hay una reserva especial para los flamencos caribeños. Van y vienen por el parque, y el visitante puede pasear entre ellos. Ese día, Pedro Jarque los retrata de cerca. Y no sabe por qué, de pronto las plumas se erizan y dos grupos se enfrentan a picotazos, levantando en la riña una nube de agua y polvo. El fotógrafo recuerda el ruido tremendo, mientras no suelta el dedo del disparador de su cámara hasta el final de la pelea. Horas después, ya en casa, Jarque selecciona las imágenes que más le gustaron. En ellas había drama, movimiento, plasticidad. Por años, ha hecho fotografía de animales en cualquier contexto, sea en estado salvaje o en cautiverio, en parques naturales o zoológicos, imágenes que luego interviene digitalmente, aislándolas de su contexto gracias a un fondo negro con una sutil luminosidad para mayor efecto. Seguir leyendo aquí.
Cerramos el mes de fiestas por nuestra linda tierra, trotando 5 kms desde la Plaza de Armas , con dirección a la Av independencia , bajamos y doblamos por el estadio Melgar y luego subir por la calle Álvarez Thomas hasta la plaza de Armas nuevamente.
The use of high technology in the form of small, all-terrain robots has made it possible to shed light on possible human sacrifices as many as 3,000 years old in the temple of Chavin de Huantar in Peru, the first major religious and pilgrimage center in South American history.
Durante la primavera y el verano, usualmente, los padres ponen cremas protectoras a sus hijos y 8 de cada 10 señalan que suelen repetir la aplicación, la mayoría lo hace cada dos o tres horas. Sin embargo, no todos utilizan esta cremas de manera eficaz. Peor aún, en caso de quemaduras, muchas personas utilizan remedios caseros que pueden ser un riesgo para la salud. Dra. Rosa Taberner, presidenta de la Sección Balear de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Leonor Efigenia Chávez Rojas (Pucará, Junín, Perú, 22 de septiembre de 1935 - Lima, 5 de octubre de 1987), más conocida por su nombre artístico Flor Pucarina, fue uno de los baluartes de la música andina
peruana, considerada como una de las mejores cantantes de la música
popular. Fue nombrada, en el ambiente artístico, con el alias La Faraona del Cantar Huanca.
El programa que ofrecerá el Ensamble de Música Antigua de la UNSA, bajo la dirección de Alejandra Lopera Quintanilla,
pretende ofrecer al público un breve viaje por los sonidos de dos
siglos del Perú colonial, en el que encontramos obras de exquisita
factura fruto de la tradición europea y refrescante música popular
surgida del innegable intercambio cultural del cual somos herederos.
📆 Martes 28 de agosto, 2018 🕗 7:30 pm 📍 Teatro del Cultural, Melgar 109 🎟️ Ingreso libre
La más pequeña de las provincias argentinas exhibe pasado con orgullo.
Fue aquí donde se celebró el congreso que condujo a la independencia del
país en 1816; años antes, el general Manuel Belgrano había conseguido
una decisiva victoria en la guerra contra los españoles. Los ecos de
esta historia aún resuenan al pasear por San Miguel de Tucumán, que
conserva la residencia del militar y la casa donde se declaró la
independencia, hecho que ha dado nombre a la plaza principal de la
ciudad –antigua plaza de armas– y al gran Parque 9 de Julio. El
presidente de la Asociación Tucumana de Agencias de Viajes y Turismo,
Carlos Néstor Gómez, nos guía en este paseo virtual por la capital de
esta provincia, cuyos idílicos alrededores –los Valles Calchaquíes, las
ruinas de los Quilmes o Las Yungas– nos descubre el director de
desarrollo turístico del ente Tucumán Turismo, Mariano Hevia. Participan
también en el programa Ernesto Gettar (Unión de Hoteles y Restaurantes
de Tucumán) y Luis Magariños (asesor de política aérea de Tucumán
Turismo).
Blondie (Pepita, Lorenzo o Lorenzo y Pepita en algunos países hispanohablantes) es una tira cómicaestadunidense creada por Chic Young. Distribuida por King Features Syndicate y publicada en diversos rortativos desde el 8 de septiembre de 1930.1 El éxito llevó a la creación de películas (1930-1950), programas de radio, historietas y una serie animada. "Blondie" en inglés es un diminutivo cariñoso que se traduce al español como Rubita, ya que en efecto, la protagonista de esta family strip es una joven notoriamente rubia.
Garfield es el nombre de la historieta creada por Jim Davis, que tiene como protagonistas al gato Garfield, al no muy brillante perro Odie, y a su dueño, el inepto Jon Arbuckle (Jon Bonachón en el doblaje latinoamericano). El protagonista se llama así por el abuelo de Davis, James Garfield Davis, que fue bautizado en honor al presidente estadounidense James A. Garfield.
In the city of Ayacucho, Peru, artists have been creating retablos or traditional religious altars for centuries. Visit several workshops and hear artisans speak about the history of the craft and its relevance today in this short documentary from Jungles in Paris.
The Short Film Showcase
spotlights exceptional short videos created by filmmakers from around
the world and selected by National Geographic editors. We look for work
that affirms National Geographic's belief in the power of science,
exploration, and storytelling to change the world. To submit a film for
consideration, please email sfs@natgeo.com.
The filmmakers created the content presented, and the opinions
expressed are their own, not those of National Geographic Partners.
La búsqueda de
exoplanetas no es nada de fácil, se requieren observaciones muy
precisas, ¿cómo se hacen esas observaciones?, ¿pueden aficionados ser un
aporte para la búsqueda de exoplanetas?, ¿redes neuronales para
estudiar planetas?. Conversación con Enrique Diez sobre su trabajo
cazando exoplanetas.
Arqueólogos desenterraron este muro con relieves en abril de este año. La gran incógnita es el personaje principal, confluido por serpientes.
Arqueólogos del proyecto Caral desenterraron un mural de alrededor de 3.800 años de antigüedad en Vichama, en la provincia de Huaura, región Lima.
Vichama es una antigua ciudad agropesquera que surgió con el éxodo de la civilización Caral. El relieve recién descubierto simbolizaría la fertilidad de las tierras y da más indicios sobre el final de la hambruna en el pueblo milenario. Consiste en cuatro cabezas humanas con los ojos cerrados, una al lado de la otra, y dos serpientes que se desplazan entre ellas, dirigiéndose a otra cabeza, no humana, de la que salen cinco varillas verticales hincadas en la tierra.
“Las serpientes representan a la deidad vinculada al agua, que se filtra en la tierra para hacer germinar la semilla”, comentó la arqueóloga que estudia este edificio, Tatiana Abad.
Ruth shady, directora del Proyecto Arqueológico Caral, habla sobre este descubrimiento: “Las pruebas de ADN darán más información”
Si en Vichama superaron la hambruna, ¿por qué solo tuvo vigencia poco más de 300 años?
Tenemos como finalidad conocer lo que pasó con la crisis y el colapso de Caral, y Vichama nos está sirviendo para ese propósito. Para responder tu pregunta, necesitaríamos trabajar en otros sitios del valle de Huaura y no tenemos recursos. Incluso, este año el Ministerio de Cultura (MC) nos ha recortado el presupuesto de S/12 millones a S/9 millones.
¿Qué interrogantes pendientes tiene sobre Vichama?
Al abandonar Caral, ¿toda esa gente vino para este lado del valle de Huaura? No todos, pero sí algunos. Las pruebas de ADN nos darán más información.
¿Cómo están manejando el problema de las invasiones?
Hay unas 10 casas en el sitio arqueológico y para recuperar el paisaje debemos reubicarlas, pero el alcalde de Végueta [Alejandro Alor] no presta ayuda para nada.
CONCEPCIÓN,
Bolivia – La vieja partitura no era fácil de leer. Era una copia de una
copia de una misa latina compuesta en el siglo XVIII por Domenico
Zipoli que cruzó el Atlántico y la mayor parte de América del Sur, solo
para quedar guardada en una caja durante tres siglos en una ruinosa
iglesia selvática, donde la humedad ha hecho de las suyas.
Además están las termitas. Los insectos se comieron una buena parte de la misa, incluyendo los compases 22 y 23.
Aunque
gran parte de la obra de Zipoli ha desaparecido en su nativa Europa, al
este de Bolivia ha logrado sobrevivir junto a su vasta tradición
musical barroca, que resuena por las tierras bajas tropicales.
Aquí,
cerca de la frontera entre Brasil y Paraguay, es posible encontrar
clavecines y laúdes en los pueblos más pequeños. Los lauderos han
construido violines con cedro local durante siglos.
Tesoros
de manuscritos antiguos, redescubiertos recientemente en archivos
parroquiales, han revivido a Zipoli y otros compositores del periodo,
cuya música se toca en escuelas primarias y por la radio. “El barroco es
nuestra tradición aquí”, dijo Juan Vaca, un archivista de Concepción,
que pasaba las hojas a punto de desmoronarse de la misa de Zipoli con un
par de guantes y una pequeña vara.
Esa
música es uno de los legados de los misioneros jesuitas, quienes
dejaron una cápsula del tiempo musical en Bolivia. En el siglo XVIII,
partes de lo que ahora es Paraguay, el este de Bolivia y el sur de
Brasil eran vastas selvas donde había pueblos nativos seminómadas y
comerciantes de esclavos que los cazaban. Los imperios español y
portugués rodeaban estas selvas.
Los
jesuitas descendieron a la selva con la doble meta de convertir a las
tribus indígenas y protegerlas de la esclavitud. Durante el proceso,
formaron un Estado dentro del Estado, gobernado por los sacerdotes y los
caciques locales.
Este
oscuro rincón de la historia latinoamericana tuvo su breve aparición en
los reflectores de Hollywood con el lanzamiento en 1986 de la película La misión, protagonizada por Robert De Niro.
“Se
trataba de construir una sociedad diferente, una especie de utopía con
educación, autosuficiencia y, por supuesto, música, que era la manera en
que los jesuitas evangelizaban”, dijo el padre Piotr Nawrot, un
sacerdote católico de Polonia que vive en Bolivia y participó en la
recuperación de algunas de las partituras barrocas originales.
En
general, el historial de la Iglesia católica en la zona fue ambiguo.
Aceptó sacar a muchos grupos indígenas de las misiones que habían
construido para resolver una disputa territorial entre España y
Portugal. Como se negaron a irse, algunos de los pueblos indígenas
tuvieron que pelear en una guerra sangrienta y muchas de las iglesias
cayeron en desgracia.
Sin
embargo, entre los bolivianos de las tierras bajas, el legado de la
música barroca sobrevivió, incluso siglos después de que las comunidades
indígenas perdieron la tradición de leer música y comenzaron a
aprenderse las piezas de oído.
Para
comprender la fuerza con la que esa tradición permanece hoy en día,
basta con observar lo que sucede en Urubichá, un pueblo campesino al
noroeste de Concepción, al final de un camino de terracería que bordea
un pantano y al que se llega solo después de cruzar diez puentes a
través de la densa selva.
Este
pueblo de ocho mil habitantes tiene una escuela de música con
quinientos alumnos: casi todos los niños del lugar. A la hora del
almuerzo, los niños caminan por la plaza del pueblo cargando estuches de
instrumentos en la espalda. Hablan guarayo, el idioma nativo.
“Los
guarayos viven con esta música en el alma”, dijo Leidy Campos, de 32
años, quien enseña música en el pueblo. “La gente aquí dice que nace con
un violín en las manos”.
Cruzando
un campo desde las aulas, Ideberto Armoye, un maestro de carpintería,
estaba en un taller rodeado de violas y violines a medio hacer, que se
fabrican con cedro y caoba locales. Son las únicas maderas que pueden
soportar el calor tropical, según comentó.
Para demostrar su argumento, sacó un violín llegado recientemente de una fábrica china.
“A este instrumento puede pasarle cualquier cosa, mire esta gran cuarteadura”, dijo. Pese
a que muchas de las piezas de esa época se han transmitido de manera
oral en las familias bolivianas, se pensaba que las orquestaciones y
obras corales se habían perdido. Durante años permaneció como uno de los
misterios de la época: aunque la música barroca había sido el puente
entre los jesuitas y los bolivianos, nadie sabía exactamente cómo
sonaba.
“Tuve que hacer un gran esfuerzo mental para imaginar cómo habría sido”, dijo Ennio Morricone, quien compuso la banda sonora de La misión años antes de que las partituras se descubrieran, usando una combinación de influencias europeas e indígenas.
En
la década de los noventa, Nawrot llegó en busca de lo que podría haber
quedado de la música escrita, lo que lo llevó a la zona de los moxos,
mucho más al oeste. Les preguntó a los ancianos del pueblo sobre
manuscritos de aquellos tiempos pero, según contó, ellos tenían
preguntas que hacerle a él.
“Me cuestionaron durante tres horas sobre mi fe y mi religión”, recuerda Nawrot. “Los papeles se cambiaron por completo”.
Finalmente,
los líderes moxos le revelaron algo que lo dejó atónito. Miles de
páginas de manuscritos, incluyendo desde música de óperas barrocas hasta
conciertos para un solo instrumento, algunos de los cuales se habían
copiado apenas en 2005, habían sobrevivido.
Los
copistas incluso firmaron algunas de las partituras con la leyenda
“Maestro capilla”, un título de la época del barroco usado por
compositores como Johann Sebastian Bach. “El manuscrito nunca se perdió, solo no sabíamos que existía”, dijo el sacerdote.
Durante
gran parte de la década de los noventa, Nawrot trabajó con Vaca, el
archivista de Concepción, para reunir otra colección de partituras que
se habían encontrado en la década de los setenta, incluyendo los
manuscritos de Zipoli que se habían comido las termitas.
El
cuerpo de la obra, que incluye tanto copias de piezas conocidas como
otras desconocidas y escritas en Bolivia, ahora se conoce en los
círculos de música clásica como Barroco Misional.
Esta
música cuenta con admiradores más allá de las tierras bajas bolivianas.
Uno de ellos es Ashley Solomon, profesor del Royal College of Music de
Londres, quien viajó a la ciudad de Santa Cruz el pasado abril para
dirigir un festival de música barroca celebrado cada dos años en las
antiguas misiones jesuitas.
“Tomaron
esta música y la hicieron suya; es más alegre, más optimista”, dijo
Solomon. “Su música eleva el espíritu en lugar de ser una
autoflagelación, que es lo que se observa en mucha de la música clásica
occidental de la misma época”.
Además,
las piezas son más cortas, dijo Solomon, y están escritas en
incrementos pequeños que capturan más fácilmente la atención, que ahora
tiende a distraerse más que antes.
Una
noche reciente, no mucho después de la puesta de sol, César Cara, el
director académico de la escuela de música de Urubichá, condujo a su
orquesta de estudiantes en un ensayo de la “Sonata XVIII”, una partitura
de un compositor anónimo que la escribió en algún lugar de los cerros
circundantes en el siglo XVIII.
Un
gran insecto se arrastró por el suelo mientras el coro esperaba su
turno. Una de las sopranos lo aplastó con el pie y lo pateó hacia los
violines.
“Queremos
que la gente nos aplauda por nuestro nivel”, dijo Cara, y señaló que
sus alumnos tocaron hace poco con un grupo visitante de la Escuela
Juilliard en uno de los conciertos del festival. Solomon,
el músico británico, dijo que hay mucho talento en Bolivia y que los
habitantes del pueblo tienen una conexión con la música que es inusual
en Europa, donde la música clásica tiende a vivir separada de la cultura
popular.
Solomon
recordó que hace años dio un concierto en San Javier, al oeste de
Concepción, donde hay una misión jesuita de gran extensión cuya fachada
de madera da a la plaza principal.
Cuando
su grupo, Florilegium, comenzó a tocar un concierto para flauta del
siglo XVIII, “Pastoreta Ychepe Flauta”, quedó sorprendido al escuchar a
miembros de la audiencia, gente del pueblo que conocía la pieza,
tarareándola también.
“Podríamos
tocar ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi en Londres y nadie la
seguiría”, dijo Solomon. “Pero en Bolivia la gente se apropió de la
música, y así llegó a la esencia de aquello de lo que se trata”.
La riqueza arqueológica que nos heredaron nuestros antepasados se evidencia en la numerosa cantidad de sitios arqueológicos que tiene nuestro país y una de sus regiones es, sin duda, Arequipa.
Un nuevo descubrimiento arqueológico preinca en Arequipa saldrá a relucir frente a los ojos del mundo en poco tiempo. Se trata de un lugar que data de 800 años antes de Cristo, ubicado en el distrito de Chichas (Condesuyos) que tiene características monumentales, una plataforma de más de 60 metros de diámetro por más de 4.5 metros de altura.
Este sería el templo principal del Solimana al que hace referencia la cronología en 1570, cuando se describe las pacarinas y los oráculos de Condesuyos en el tiempo de los incas.
Lo que se localizó en Maucallacta en Pampacolca, es el principal templo del nevado Coropuna, mientras que el templo de Muyu Muyu podría ser su equivalente al nevado Solimana.
El
director del centro polaco y reconocido arqueólogo internacional,
Mariusz Ziólkowski, señaló que Solimana era uno de los principales
oráculos en tiempo del incario.
Desde el 2004, el Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia desarrolla una serie de trabajos de prospecciones en el nevado Solimana, situado en la provincia de Condesuyos.
Con el apoyo de la municipalidad de Salamanca y la comuna de Chichas, lograron descubrir en el 2010 la ciudadela de Muyu Muyu (que data de 550 a. C.) que está ubicada en el distrito de Chichas de dicha provincia.
Esta ciudadela preinca está muy cubierta por vegetación de grandes
tamaños y el templo que se halló hace poco sería un asentamiento
anterior a la creación misma de la ciudadela de Muyu Muyu.
“Gracias a la información de estos pobladores, hemos podido localizar
una serie de importantes sitios arqueológicos que formaban un anillo
tanto habitacionales como ceremoniales, asociados al nevado Solimana y
al culto”, expresó.
El director señaló que entregarán la
documentación al Ministerio de Cultura, institución que tendrá que
llevar a cabo el proceso de incorporación de este sitio en la lista de
Patrimonio Nacional del Perú. Sin embargo, dijo que implica un
procedimiento legal que toma tiempo, por lo que el Estado debe asumir la
protección y conservación del patrimonio.
“El trabajo que
hacemos con los arqueólogos de la Universidad de Varsovia, nos permite
que tengamos en la región de Arequipa un símil de Machu Picchu,
porque (Muyu Muyu) es una ciudadela preinca que incluso está siendo
lanzada a nivel internacional”, manifestó el rector de la UCSM, Alberto
Briceño.
Cabe señalar que, desde hace trece años, la Universidad
Católica de Santa María trabaja de la mano con el centro de Varsovia,
impulsando el trabajo arqueológico con última tecnológia. Los
descubrimientos ayudan a que Arequipa sea un sitio de importancia
estética cultural y turística, añadió.
El alcalde de Chichas,
Willian Yanque, inidicó que trabajarán para proteger la zona y fomentar
así el turismo, más aún con la carretera Huambo-Ayo.
Invocó a la gobernadora regional, Yamila Osorio, para que apoye la protección de Muyu Muyu, así como se protege Maucallacta.
Programa. El gobierno regional lleva a cabo el programa de conservación de Maucallacta (Castilla). 20 sitios monumentales en Castilla y Condesuyos aún no estarían revelados.
Homenaje al 478 aniversario de fundación española de Arequipa y a
la obra musical de Benigno Ballón Farfán, que fue declarada Patrimonio
Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.
Director: Enrique F. Victoria Obando Coro Polifónico Municipal Director: Luis Santander Villavicencio Solistas: Cristina Conde (soprano) Amilcar Victoria (bajo cantante) Antonio Fernández-Brixis (tenor).
Viernes 17 de agosto, 2018 Teatro Municipal Ingreso: 7:00 p.m. / Inicio: 7:30 p,m.
En el límite sur
de Europa, en pleno Mediterráneo oriental, la isla mayor de Grecia tiene
un papel fundamental en la mitología, la historia e incluso el arte. La
alargada Creta fue el lugar de nacimiento del Greco, pero también de
Zeus: dice la leyenda que el padre de los dioses y los hombres vino al
mundo en una cueva de la isla. Un montañoso trozo de tierra que fue cuna
de la asombrosa civilización minoica, como atestiguan los milenarios
palacios de Cnosos y Festos, cuyo contenido llena las vitrinas del Museo
Arqueológico de Heraclión. La capital cretense es precisamente el punto
de arranque de la amplia ruta virtual que emprendemos con uno de sus
habitantes, Nikolaos Tekonakis, y con el diplomático griego Panagiotis
Sotiropoulos.
Vista de Palmira, en Siria. Monumentos históricos milenarios
fueron dinamitados por los terroristas del llamado Estado Islámico
La Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO es un legado de monumentos y sitios de una gran riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad. Estos sitios son símbolos de la toma de conciencia de los Estados y de los pueblos, sobre el sentido de esos lugares y emblemas de su apego a la propiedad colectiva, así como de la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras. Es por ello que, al ser también los monumentos y los sitios lugares de desarrollo sostenible y de reconciliación, la UNESCO interviene activamente y coordina las acciones de sus socios administrando la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972). Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial cuenta con 1073 sitios inscritos, de los cuales 832 son bienes culturales, 206 bienes naturales y 35 bienes mixtos, situados en 167 Estados Partes. Desde noviembre de 2016, 192 Estados Partes han ratificado la Convención del Patrimonio Mundial. Pero no todo es considerado Patrimonio Mundial. RFI conversó con Manuel Rodriguez Cuadros, Embajador de Perú ante la UNESCO quien explicó los criterios de selección de esta organización internacional.
PÁTZCUARO,
México — En la cima del monte más alto de esta ciudad junto a un lago
se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, construida en el
siglo XVI, con sus paredes encaladas y columnas de piedra roja.
A
la vuelta de la basílica hay una puerta de madera enmarcada en piedra
labrada, señalada con una cruz, que se mantiene abierta desde las nueve
de la mañana hasta las dos de la tarde, y nuevamente de cuatro a seis.
“Rezamos por usted”, dice un cartel sobre la puerta.
Adentro,
la habitación es austera y algo oscura, excepto por la luz de una
ventana de madera, y tres puertas cerradas. Detrás de ellas hay un
convento que alberga a una veintena de monjas dominicas.
Pero
el convento también da auspicio a una cantidad aún mayor de residentes
inesperados: una colonia de salamandras en peligro de extinción. Los
científicos las conocen como Ambystoma dumerilii, pero las monjas y todos los demás en Pátzcuaro las llaman achoques.
Con
el cuidado de las religiosas, unos trescientos achoques viven en
acuarios y bañeras blancas a lo largo de un pasillo y dos habitaciones
contiguas del convento. Las monjas se mantienen en parte con la venta de
un jarabe para la tos hecho con la piel de las salamandras.
Pero los achoques de la basílica son cada vez más valiosos por otra razón.
Fuera
del convento no es posible hallarlos más que en el lago de Pátzcuaro;
las cantidades disminuyen rápidamente. Hay otras colonias pequeñas en
otros sitios de la ciudad, pero ninguna es tan grande como la que está
en la basílica. La iniciativa de las dominicas puede ser clave para la
permanencia de los achoques.
“Por
eso consideramos que las monjas son vitales para su futuro”, dijo
Gerardo García, curador y experto en especies en peligro de extinción
del zoológico Chester, en Inglaterra.
Las
salamandras son unos pequeños monstruos maravillosos con piel granular
de un color que se asemeja al de la mostaza Dijon. Tienen cierto
parecido con el personaje de La historia interminable, Falkor, una mezcla de dragón y perro que vuela.
En
comparación con otras salamandras, estas son inmensas; las más grandes
miden hasta 30 o 40 centímetros. Aunque lo que más destaca son sus
branquias: filamentos lujosos y rojizos que enmarcan sus cabezas como si
fueran melenas y ondulan suavemente en el agua.
La
principal cuidadora de los achoques en la basílica es la hermana Ofelia
Morales Francisco. Una tarde hace poco recibió a los visitantes con un
hábito blanco, su velo negro bien puesto y un rosario de cuentas azules
en la mano.
A
veces, cuando se le hacían preguntas, respondía solo con una sonrisa.
Pero alrededor de los achoques ella se abre, orgullosa de presumir a sus
protegidos anfibios.
Los
tanques relucen de limpios, cada uno con un aireador fabricado con
media botella de refresco llena de piedras pequeñas y tela. En un
aparador arriba de los tanques hay una figura de un Niño Jesús vestido
como doctor que vigila a los animales.
Las
hermanas antes hacían el jarabe con las salamandras del lago. Cuando
empezaron a desaparecer, establecieron la colonia en el convento porque
les preocupaba perder el negocio del jarabe.
“¿Qué
íbamos a hacer? ¿Dejar de producirlo?”, dijo la hermana Ofelia. Pero,
con el tiempo, ella y las demás monjas se dieron cuenta de la
importancia que ese trabajo tenía para la conservación.
“Se
trata de proteger a una especie de la naturaleza”, dijo. “Si no
trabajamos para cuidarla y protegerla, va a desaparecer de la creación”.
Un ambiente en peligro
Al igual que los ajolotes,
sus primos más conocidos y extravagantes, los achoques pasan toda su
vida bajo el agua. Como adultos mantienen las branquias que la mayoría
de las salamandras solo presentan cuando son larvas acuáticas.
Con
el aumento progresivo de la población humana en los alrededores del
lago de Pátzcuaro, uno de los más grandes en México, la calidad del agua
se ha visto afectada.
Los
deslaves exacerbados por la deforestación llevan cieno y polución hacia
el lago. Las aguas residuales sin tratar son volcadas allí y una planta
invasiva de jacinto se extiende por las orillas. Las áreas para el
pastado de vacas llegan directamente hasta las zonas pantanosas del
lago.
Para
empeorar las cosas, en los años treinta fueron introducidas
intencionalmente en el lago lobinas negras y en 1974 llegaron las mucho
más destructivas carpas. Se comen los huevos y larvas de los achoques.
Entre 1982 y 2010 el lago, de por sí poco profundo, perdió más de tres metros de su volumen debido
a una disminución de las lluvias y al aumento de los sedimentos. Hay
esfuerzos para rehabilitar Pátzcuaro, pero su éxito ha sido limitado.
Los
achoques no son las únicas salamandras mexicanas en problemas. De las
diecisiete especies en México, doce aparecen en la lista roja de
especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza.
En
el mundo, las salamandras enfrentan varios peligros, desde la pérdida
de su hábitat hasta su comercio ilegal como mascotas. En Europa hay un
nuevo hongo que ha sido mortífero para los anfibios.
En
el lago de Pátzcuaro los pescadores han atrapado a los achoques como
alimento desde antes de la conquista española. Incluso a finales de los
años setenta y ochenta, los achoques pescados en el lago llenaban los
puestos del mercado local, según Brad Shaffer, profesor de Biología de
la Universidad de California, campus Los Ángeles, que ha estudiado a
estas salamandras.
Pero
la cantidad de achoques empezó a fluctuar de manera pronunciada en los
años ochenta y se desplomó en 1989. En 1985 un fraile sugirió que las
monjas empezaran su colonia debido al deterioro del lago, según la
hermana Ofelia.
No
fue sino hasta el año 2000 que las monjas tuvieron su próspera
comunidad de salamandras en el convento; aunque han hecho el jarabe por
casi un siglo.
“La
gente tiene fe en él porque lo hacen las monjas”, dijo Dolores Huacuz,
experta en los anfibios de la región y profesora jubilada.
La
leyenda local es que las hermanas obtuvieron la receta secreta de una
joven purépecha, parte de los grupos indígenas que han poblado esa
región desde antes de la Colonia.
Su
jarabe curó a una de las hermanas al fortalecer sus pulmones y
erradicar su anemia. Según la historia, esa joven mujer era la mismísima
Virgen, de ahí que es la Señora de la Salud.
Ya
sea que el jarabe haya llegado por intervención divina o no, no cabe
duda de que los purépechas habían ingerido los achoques y usado a los
anfibios para fines medicinales
desde muchísimo antes de la llegada de los europeos y del catolicismo,
dijo Tzintia Velarde Mendoza, coordinadora de proyecto de la asociación
civil conservacionista Faunam, quien ha estudiado la historia cultural de los achoques.
Ese nombre, de hecho, se deriva de una palabra purépecha (achójki) que posiblemente proviene del vocablo usado para referirse al lodo.
Una reserva ‘muy saludable’
García,
del zoológico Chester, ha estado trabajando con un equipo ubicado en
México para estudiar el lago y tratar de averiguar cuántas salamandras
quedan en la vida silvestre en Pátzcuaro, su hábitat.
“Dedicarse
a los programas de reintroducción se ve muy atractivo en los medios
para un comunicado de prensa, pero no es la mejor manera de hacerlo”,
dijo García.
Aún
hay algunos achoques salvajes, señaló el experto, incluida una
población pequeña en la parte norte del lago. Los pescadores le han
dicho al equipo de García que han visto de vez en cuando a las
salamandras.
Pero
a medida que se reduce la población también lo hace su diversidad
genética. Ahí es donde la colonia del convento podría hacer la mayor
diferencia en el futuro, si es que mantiene su diversidad. “Trescientos
individuos, si no están tan relacionados [genéticamente], son una
reserva muy muy amplia y saludable para trabajar”, dijo Shaffer.
No
obstante, en este momento, no hay planes para trasladar a los achoques
del convento al lago. Antes de que eso ocurra deben atenderse los
problemas de la calidad del agua, dijo García, y hay que estudiar la
diversidad genética de la colonia cuidada por las monjas. Ambas tareas
están en proceso, indicó el curador.
En
la habitación desde la cual las monjas venden su jarabe hay un mural
que muestra a las salamandras mientras nadan en aguas limpias y las
manos iluminadas de una hermana sostienen a un achoque al lado de una
imagen de la Virgen.
“Ser parte de una orden religiosa como la nuestra no es obstáculo para el progreso científico”, dijo la hermana Ofelia.
“La
orden está dedicada a la investigación de conocimiento teológico y
científico en beneficio de la humanidad”, agregó. Parte de la misión de
la orden es “trabajar a favor de una conciencia más humana, llena de
amor y justicia por la naturaleza”.
Otro
mural lleva el nombre oficial de la unidad de manejo para la
conservación de la vida silvestre del convento, que tiene registro ante
la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales: Jimbani erandi, en purépecha, que en español significa “nuevo amanecer”.