Hugo Ikehara es arqueólogo. Egresó de la U. Católica del Perú y tiene un doctorado en Arqueología Antropológica de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.). Se ha especializo en sociedades tempranas de los Andes Centrales, pero esta vez, para la colección Culturas Antiguas del Perú, de la República, es uno de los responsables del tomo Paracas
Se afirma que Julio C. Tello descubrió a los Paracas. ¿Garcilaso, Cieza de León no la consignan?
La narración inca sobre lo sucedido antes de ellos es difusa, y no se menciona el pasado remoto. En el Perú algunos arqueólogos compiten por ser descubridores de sitios, cuando en realidad el valor de la investigación arqueológica consiste en identificar la importancia de los hallazgos en el contexto general del conocimiento. Esto fue precisamente lo que hicieron Tello y Mejía Xesspe cuando identificaron que los restos encontrados en la Península de Paracas correspondían a una socieddad distinta a lo definido hasta ese momento.
¿En el virreinato las culturas precolombinas no fueron objetos de estudios?
Hubo muy poco interés sobre el pasado. Consideraban a estos sitios arqueológicos como “minas” donde se extraen tesoros. El interés en el pasado surge en la Europa renacentista cuando la historia natural –y la ciencia- se desarrolla. La Biblia deja de ser fuente de conocimiento y el rol del ser humano en el mundo empieza a ser estudiado mediante la observación de la naturaleza. Esta observación de la naturaleza incluía la curiosidad sobre el pasado de la humanidad. Cuando esta corriente intelectual llega a Perú, recién se empieza a preguntarse sobre el pasado precolombino.
¿Los mantos Paracas prueban un desarrollo estético más allá del utilitario?
En muchos libros de colegio se ilustra a gente paracas usando mantos en su vida diaria. Sin embargo, por la excelencia en su manufactura se sugiere que los mantos no fueron hechos para su uso cotidiano. Lo concreto es que estos mantos fueron utilizados en rituales para los fardos funerarios de los antepasados, donde se les limpiaba y cubría con nuevos mantos. Es decir, estos finos tejidos fueron hechos para vestir ancestros.
¿Sus deidades eran más de origen marino que andinas?
En la interpretación de la iconografía es complicado distinguir qué son deidades y qué son conceptos. Lo que podemos decir es que la gente paracas tenía muy en cuenta el mar y sus recursos en su concepción del mundo. Imágenes de peces, orcas y aves marinas son recurrentes, pero también imágenes de animales del valle y montaña como felinos. Una imagen conocida como “Ser oculado” puede ser una deidad importante debido a su recurrencia como tema central en cerámica, textiles y arte mural. A veces aparece llevando un cuchillo en una mano y una cabeza trofeo en la otra, sugiriendo mitos en los cuales este personaje debió realizar actividades predatorias con humanos.
¿Las trepanaciones craneanas fueron exitosas? ¿Hay pruebas?
Muchas sí fueron exitosas. La evidencia de esto es el crecimiento de tejido óseo dentro del forado, lo cual ocurre solo si la persona está viva. Una hipótesis es que estas trepanaciones pudieron haberse realizado para aliviar hematomas producidos por golpes de armas.
¿Qué se ha cuidado puntualmente para la edición de este volumen sobre Paracas?
Es muy común que tomos y exhibiciones sobre Paracas se centren en mostrar los tejidos finos, la cerámica más decorada, y otros elementos que llaman la atención. Sin embargo, ¿sabemos donde vivían? ¿Qué comían? ¿Cómo se relacionaban? Este tomo fue escrito con la finalidad de mostrar información que normalmente no es presentada al público, ni en libros de difusión ni en museos. Se ha querido mostrar a Paracas como comunidades que dominan del desierto y cuya manifestación cultural más llamativa son sus rituales de ancestros. Se ha tenido cuidado de mostrar los resultados de las dos últimas décadas de investigación y no solamente quedarnos con las interpretaciones de hace 50 años.
Se afirma que Julio C. Tello descubrió a los Paracas. ¿Garcilaso, Cieza de León no la consignan?
La narración inca sobre lo sucedido antes de ellos es difusa, y no se menciona el pasado remoto. En el Perú algunos arqueólogos compiten por ser descubridores de sitios, cuando en realidad el valor de la investigación arqueológica consiste en identificar la importancia de los hallazgos en el contexto general del conocimiento. Esto fue precisamente lo que hicieron Tello y Mejía Xesspe cuando identificaron que los restos encontrados en la Península de Paracas correspondían a una socieddad distinta a lo definido hasta ese momento.
¿En el virreinato las culturas precolombinas no fueron objetos de estudios?
Hubo muy poco interés sobre el pasado. Consideraban a estos sitios arqueológicos como “minas” donde se extraen tesoros. El interés en el pasado surge en la Europa renacentista cuando la historia natural –y la ciencia- se desarrolla. La Biblia deja de ser fuente de conocimiento y el rol del ser humano en el mundo empieza a ser estudiado mediante la observación de la naturaleza. Esta observación de la naturaleza incluía la curiosidad sobre el pasado de la humanidad. Cuando esta corriente intelectual llega a Perú, recién se empieza a preguntarse sobre el pasado precolombino.
¿Los mantos Paracas prueban un desarrollo estético más allá del utilitario?
En muchos libros de colegio se ilustra a gente paracas usando mantos en su vida diaria. Sin embargo, por la excelencia en su manufactura se sugiere que los mantos no fueron hechos para su uso cotidiano. Lo concreto es que estos mantos fueron utilizados en rituales para los fardos funerarios de los antepasados, donde se les limpiaba y cubría con nuevos mantos. Es decir, estos finos tejidos fueron hechos para vestir ancestros.
¿Sus deidades eran más de origen marino que andinas?
En la interpretación de la iconografía es complicado distinguir qué son deidades y qué son conceptos. Lo que podemos decir es que la gente paracas tenía muy en cuenta el mar y sus recursos en su concepción del mundo. Imágenes de peces, orcas y aves marinas son recurrentes, pero también imágenes de animales del valle y montaña como felinos. Una imagen conocida como “Ser oculado” puede ser una deidad importante debido a su recurrencia como tema central en cerámica, textiles y arte mural. A veces aparece llevando un cuchillo en una mano y una cabeza trofeo en la otra, sugiriendo mitos en los cuales este personaje debió realizar actividades predatorias con humanos.
¿Las trepanaciones craneanas fueron exitosas? ¿Hay pruebas?
Muchas sí fueron exitosas. La evidencia de esto es el crecimiento de tejido óseo dentro del forado, lo cual ocurre solo si la persona está viva. Una hipótesis es que estas trepanaciones pudieron haberse realizado para aliviar hematomas producidos por golpes de armas.
¿Qué se ha cuidado puntualmente para la edición de este volumen sobre Paracas?
Es muy común que tomos y exhibiciones sobre Paracas se centren en mostrar los tejidos finos, la cerámica más decorada, y otros elementos que llaman la atención. Sin embargo, ¿sabemos donde vivían? ¿Qué comían? ¿Cómo se relacionaban? Este tomo fue escrito con la finalidad de mostrar información que normalmente no es presentada al público, ni en libros de difusión ni en museos. Se ha querido mostrar a Paracas como comunidades que dominan del desierto y cuya manifestación cultural más llamativa son sus rituales de ancestros. Se ha tenido cuidado de mostrar los resultados de las dos últimas décadas de investigación y no solamente quedarnos con las interpretaciones de hace 50 años.
Pedro Escribano.
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