En Cerro Colorado, ubicada en el desierto de Ica, en secuencias sedimentarias que se remontan a nueve millones de años, se han encontrado los esqueletos fósiles de cientos de vertebrados marinos.
En 2008, los restos de un cachalote gigante (LIVYATAN MELVILLEI), fueron descubiertos en ese mismo sitio. En septiembre de 2014, el mismo equipo internacional de investigadores, dirigido por Giovanni Bianucci de la Universidad de Pisa (Italia), encontró un esqueleto parcial de una ballena en bloques de roca
Además de los huesos fósiles del cráneo y las mandíbulas, la roca que contiene el esqueleto mostró moldes perfectos de las barbas de la ballena. Lo excepcional del hallazgo es que los modelos proporcionan detalles a escala submilimétrica, revelando bajo el microscopio la estructura sutil de las cerdas de las barbas. De hecho, las cerdas de las barbas fosilizadas se han estudiado por primera vez mediante análisis químicos y mineralógicos.
Los datos obtenidos permiten a los investigadores comparar los hábitos de alimentación de ballenas del Mioceno a los de la ballena existentes actualmente y fortalecer el potencial de conservación del desierto de Ica para el registro de fósiles de vertebrados marinos.
Una formación rápida concreción fue fundamental para la fosilización. Los investigadores sostienen que la ballena se hundió en un sedimento blando químicamente favorable a la precipitación rápida de dolomita, lo que permitió la conservación de estructuras delicadas.
En 2008, los restos de un cachalote gigante (LIVYATAN MELVILLEI), fueron descubiertos en ese mismo sitio. En septiembre de 2014, el mismo equipo internacional de investigadores, dirigido por Giovanni Bianucci de la Universidad de Pisa (Italia), encontró un esqueleto parcial de una ballena en bloques de roca
Además de los huesos fósiles del cráneo y las mandíbulas, la roca que contiene el esqueleto mostró moldes perfectos de las barbas de la ballena. Lo excepcional del hallazgo es que los modelos proporcionan detalles a escala submilimétrica, revelando bajo el microscopio la estructura sutil de las cerdas de las barbas. De hecho, las cerdas de las barbas fosilizadas se han estudiado por primera vez mediante análisis químicos y mineralógicos.
Los datos obtenidos permiten a los investigadores comparar los hábitos de alimentación de ballenas del Mioceno a los de la ballena existentes actualmente y fortalecer el potencial de conservación del desierto de Ica para el registro de fósiles de vertebrados marinos.
Una formación rápida concreción fue fundamental para la fosilización. Los investigadores sostienen que la ballena se hundió en un sedimento blando químicamente favorable a la precipitación rápida de dolomita, lo que permitió la conservación de estructuras delicadas.
Fuente: http://www.ciencias.pe
MÁS INFORMACIÓN
- Las Ballenas del Desierto
- Migratorias en Península Valdés - Argentina
- Video: Requiem 2019. Llamar la atención sobre la amenaza de extinción de las ballenas azules
No hay comentarios:
Publicar un comentario