Fuente: https://www.nytimes.com
Uno
de los beneficios de hacer un descubrimiento es que puedes nombrar lo
que descubriste. La astronomía es particularmente afortunada en este
aspecto. Hay más estrellas en el universo observable que granos de arena
en la Tierra: billones de billones, suficientes para que cada galaxia
pueda compartir nombre con cada humano que ha vivido o vive y hasta cada
dios o monstruo que surge de la imaginación de alguna persona.
Y en las últimas dos décadas ha habido una abundancia de oportunidades para nombrar hallazgos astronómicos, gracias al descubrimiento de planetas que orbitan otras estrellas,
potencialmente sitios que alberguen vida o alguna aventura para el
futuro lejano. Sin embargo, hasta ahora, esos exoplanetas descubiertos
no tienen realmente nombres, solo colecciones de números que suenan más
como los códigos para agentes secretos: HD 156411 o HAT-P-5b.
El
asunto de las nomenclaturas es rígidamente gestionado por la Unión
Astronómica Internacional (UAI), pero ahora esa agrupación quiere
compartir la diversión como parte de su centésimo aniversario y permitir
que prácticamente cada país del mundo pueda nombrar a un exoplaneta y a
su estrella.
El 7 de junio, la organización astronómica dio a conocer una lista de estrellas y de sus planetas para el concurso IAU100 NameExoWorlds,
al cual ya se han sumado 79 países. Cada estrella en la lista tiene
visibilidad suficiente como para ser vista con un telescopio desde el
país que la nombrará.
Eduardo Penteado, astrónomo del brasileño Museu de Astronomia e Ciências Afins en Río de Janeiro, está gestionando el proyecto para la UAI. Dijo que el proceso apenas empieza, pero que ya hay considerable interés. “Algunas campañas nacionales ya recibieron muchas propuestas de nombre”, indicó vía correo electrónico. “En Grecia hubo 1500 propuestas solamente este fin de semana”.
Stephen
Pompea, del National Optical Astronomy Observatory y quien encabeza la
campaña estadounidense para nombrar el exoplaneta HD 17156 de la
constelación Casiopea, dijo que empezaron a recibir propuestas en cuanto
se anunció el programa. Dijo que unos de los primeros fueron nombres
inspirados en obras de Tolkien: Sauron y Wilwarin.
Desde 1995 han sido descubiertos unos cuatro mil exoplanetas en la Vía Láctea, por medio de naves de la NASA como Kepler y TESS,
así como telescopios en la Tierra. Debido a esa cantidad ya
descubierta, puede suponerse que hay miles de millones de mundos
posiblemente habitables tan solo en nuestra galaxia. Observaciones
adicionales al descubrimiento indican que varios cientos de esos
exoplanetas sí serían habitables.
La
UAI tiene 11.000 miembros de 93 países y fue fundada en 1919 para
promover la cooperación científica. Normalmente quien descubre un
planeta o luna nueva tiene el derecho de sugerir nombres para que la UAI
decida el final.
Pero
la unión no está ciega a las oportunidades de encontrar nombres un poco
más atractivos para ciertos lugares que puedan adquirir fama
científica. De hecho, el proyecto actual de la UAI fue inspirado
parcialmente en una campaña de 2015 que invitó a la gente a votar el
nombre ganador de catorce estrellas y de los 31 planetas que las
orbitan. Obtuvieron medio millón de votos de 182 países y territorios.
De
ahí surgieron, entre otros, un sistema de cuatro planetas que comparten
inspiración cervantina —Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho— en la
constelación de Ara. En la Osa Mayor están Taphao Thong y Taphao Kaew,
inspirados en una leyenda tailandesa de un cocodrilo malvado.
En
el concurso actual los astrónomos de cada país tienen la
responsabilidad de organizar sus propias campañas locales para atraer
los votos del público. Se busca especialmente que haya nombres o frases
indígenas, que reflejen la cultura y tradiciones históricas de cada
nación participante.
Los
coordinadores nacionales después presentarán algunos candidatos finales
al comité dirigente de la UAI, que revisará los nombres para asegurarse
de que cumplan con las reglas: que sí se pueda pronunciarlos, que no
tengan referencias políticas, militares o religiosas y que no hagan
referencia a personas vivas.
“La
iniciativa de NameExoWorlds nos recuerda que todos estamos juntos bajo
el mismo cielo”, dijo Drabe Elmegreen, presidenta electa de la UAI, en
un correo.
Hasta ahora hay 79 países con campañas, pero cualquier nación puede sumarse al establecer su propia campaña.
“Será necesario algo de esfuerzo, pero debería ser muy divertido”, dijo Elmegreen.
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